¡Ay de quienes llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo! De la oscuridad hacen luz y de la luz oscuridad; convierten lo amargo en dulce y lo dulce en amargo.
Mateo 6:22 - Biblia Castilian 2003 El ojo es como la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; Biblia Nueva Traducción Viviente »Tu ojo es como una lámpara que da luz a tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está lleno de luz; Biblia Católica (Latinoamericana) Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en obscuridad. La Biblia Textual 3a Edicion La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El ojo es como la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado; Biblia Reina Valera Gómez (2023) La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz. |
¡Ay de quienes llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo! De la oscuridad hacen luz y de la luz oscuridad; convierten lo amargo en dulce y lo dulce en amargo.
ni encienden una lámpara y la meten en el armario, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.
Acud an diariamente al templo con perseverancia y animados por un mismo esp ritu, part an el pan por las casas y tomaban juntos el alimento con alegr a y sencillez de corazón;
Pero temo que, como la serpiente enga ó a Eva con su astucia, también vuestros pensamientos se corrompan apartándose de la sencillez [y de la pureza] que debéis a Cristo.
Esclavos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con sumisión y respeto, en la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;
Esclavos, obedeced en todo a vuestros amos en este mundo, no con un servicio hecho para ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, por el temor del Se or.