Después de estos hechos, quiso Dios probar a Abrahán y le dijo: 'Abrahán'. Contestó Abrahán: 'Aqu estoy'.
Mateo 6:13 - Biblia Castilian 2003 y no permitas que seamos tentados, sino l branos del mal. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Biblia Nueva Traducción Viviente No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno. Biblia Católica (Latinoamericana) y no nos dejes caer en la tentación,
sino líbranos del Maligno. La Biblia Textual 3a Edicion Y no nos metas en prueba,° mas líbranos del mal.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y no permitas que seamos tentados, sino líbranos del mal. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amén. |
Después de estos hechos, quiso Dios probar a Abrahán y le dijo: 'Abrahán'. Contestó Abrahán: 'Aqu estoy'.
Bena as, hijo de Joadá, respondió al rey: '¡Amén! ¡As lo diga también Yahveh, Dios de mi se or, el rey!
Bendito sea el Se or, Dios de Israel, desde una eternidad hasta la otra'. Y todo el pueblo respondió: ¡Amén! Y alabó a Yahveh.
Tuya es, oh Yahveh, la grandeza, el poder o, la magnificencia, el esplendor y la majestad, pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuya es, oh Yahveh, la realeza, pues tú te alzas sobre todas las cosas como due o
Yabés invocó al Dios de Israel, diciendo: 'Si realmente me bendices y ensanchas mi territorio, si tu mano está conmigo, alejarás el mal y no sentiré aflicción'. Y Dios le otorgó lo que ped a.
Bendito sea el Se or, Dios de Israel, desde una eternidad hasta la otra. Y todo el pueblo diga: Amén. Aleluya.
Recordarán y volverán hacia el Se or todos los confines de la tierra: ante él se postrarán las familias todas de las gentes.
Por mi parte, inocente, tú me apoyas y me afirmas por siempre en tu presencia.
bendito eternamente su renombre y que la tierra toda se llene de su gloria. Amén, amén.
los ultrajes que infligen, Se or, tus enemigos, cómo ultrajan las huellas de tu ungido.
aleja de m mentira y enga o, no me des pobreza ni riqueza, concédeme el pan de cada d a,
Te libraré de la mano de los malvados, y te rescataré de la garra de los tiranos'.
dijo as el profeta Jerem as: '¡As sea! ¡Que Yahveh lo haga as ! ¡Que cumpla Yahveh las palabras que has profetizado, haciendo que vuelvan de Babilonia a este lugar los objetos del templo de Yahveh y todos los deportados!
Mas los santos del Alt simo recibirán el reino y lo poseerán eternamente y por los siglos de los siglos'.
Que este agua portadora de maldición penetre en tus entra as, a fin de que hinchen tu vientre y hagan languidecer tus caderas'. Entonces dirá la mujer: 'Amén, amén'.
Velad y orad, para que no ceder en la tentación; el esp ritu está dispuesto, pero la carne es débil'.
y ense ándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los d as hasta el final de los tiempos'.
Vuestro hablar sea: al s, s; al no, no. Lo que de esto excede, proviene del Malo.
venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.
No habéis afrontado ninguna tentación superior a la capacidad humana. Dios es fiel y no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas; por el contrario, junto con la tentación, os proporcionará también el feliz resultado de poderla resistir.
Pues, si pronuncias alabanzas en Esp ritu, ¿cómo podrá decir 'Amén' a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de los no iniciados, si no entiende lo que dices?
Pues todas las promesas de Dios en Él se hicieron s. Por eso, cuando damos gloria a Dios, decimos por medio de Él nuestro 'Amén'.
que se entregó a s mismo por nuestros pecados, para arrancarnos del perverso mundo actual, según la voluntad de Dios, nuestro Padre,
el que te dio a comer en el desierto el maná, cosa que no conocieron tus padres, humillándote y poniéndote a prueba para a la postre hacerte bien,
Te acordarás de todo el camino que Yahveh, tu Dios, te ha hecho recorrer durante estos cuarenta a os por el desierto, para humillarte, probarte y saber lo que encierra tu corazón, y para ver si guardabas o no sus mandamientos.
y para esperar la vuelta del cielo de su Hijo, a quien resucitó de entre los muertos, a Jesús, que nos libra de la ira venidera.
¡Al rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén!
Hubo quienes sufrieron prueba de ultrajes y de azotes, e incluso de cadenas y de cárcel.
Sed sobrios, velad. Vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar.
El Se or sabe librar de la prueba a los piadosos y reservar para el castigo hasta el d a del juicio a los imp os,
El que comete pecado del diablo es, porque el diablo peca desde el principio. Para esto se manifestó el Hijo de Dios: para destruir las obras del diablo.
y el que vive. Estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Después de esto o un gran clamor en el cielo, como de numerosa muchedumbre, que dec a: '¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios,
Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y dec an: '¡Amén! ¡Aleluya!'.
No temas por lo que vas a padecer. Mira: el diablo va a arrojar a algunos de vosotros a la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez d as. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida'.
Enjugará toda lágrima de sus ojos y la muerte ya no existirá, ni existirán ya ni llanto ni lamentos ni trabajos, porque las cosas de antes ya han pasado'.
Porque has guardado la consigna de mi constancia, también yo te guardaré en la hora de la prueba que va a venir sobre todo el mundo para probar a los que habitan sobre la tierra.
Al ángel de la Iglesia de Laodicea escribe: 'Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios:
Y o que todos los seres creados que están en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y todo cuanto en éstos hay, respond an: 'Al que está sentado en el trono y al Cordero, la bendición y el honor y la gloria y la fortaleza por los siglos de los siglos'.