Mateo 5:6 - Biblia Castilian 2003 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Biblia Católica (Latinoamericana) Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurados los que tienen hambre y sed° de justicia, porque ellos serán saciados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia; porque ellos serán saciados. |
Por mi parte, en rectitud, podré ver tu presencia y, al despertar, saciarme con tu vista.
Al malvado se le cumplen sus temores; los justos ven colmados sus deseos.
Yo vengo a mi jard n, hermana, esposa m a, a coger de mi mirra y de mi bálsamo, a comer de mi panal y de mi miel, a beber de mi vino y de mi leche. Comed, amigos, y bebed, y embriagaos de amores.
Yahveh Sebaot dará para todos los pueblos en este monte un banquete de manjares suculentos, un fest n de vinos generosos: manjares sabrosos, enjundiosos; vinos exquisitos, depurados.
Los pobres, los necesitados buscan agua y no la hay, su lengua por la sed está reseca. Yo, Yahveh, los atenderé;
Derramaré agua sobre el sediento suelo, arroyos sobre el sequedal; derramaré mi esp ritu sobre tu estirpe y mi bendición sobre tus vástagos:
Por eso as dice el Se or Yahveh: 'Mirad: mis siervos comerán y vosotros tendréis hambre; mirad: mis siervos beberán y vosotros tendréis sed; mirad: mis siervos se alegrarán y vosotros os avergonzaréis;
para que maméis a sus pechos y os hartéis de sus consuelos; para que chupéis y os solacéis de su abundante seno.
a los hambrientos les colmó de bienes, y despidió a los ricos con las manos vac as.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis repletos, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora re s, porque gemiréis y lloraréis!
pero el que beba del agua que yo le daré, ya no tendrá sed jamás, pues el agua que yo le daré se convertirá, dentro de él, en manantial de agua que brote para vida eterna'.
No trabajéis por conseguir el alimento perecedero, sino el que permanece para vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque éste es el que el Padre, Dios, ha marcado con su sello'.
El último d a de la fiesta, que era el más solemne, Jesús, puesto de pie, exclamó con voz fuerte: 'Quien tenga sed venga a m y beba.
No tendrán ya más hambre ni tendrán ya más sed: ni caerá sobre ellos el bochorno ni el sol.