Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabidur a fue reconocida por sus obras.
Mateo 5:46 - Biblia Castilian 2003 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Biblia Nueva Traducción Viviente Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Biblia Católica (Latinoamericana) Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. La Biblia Textual 3a Edicion Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tenéis? ¿Acaso no hacen también lo mismo los publicanos?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también así los publicanos? |
Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabidur a fue reconocida por sus obras.
si no les hace caso, d selo a la comunidad. Y si tampoco a la comunidad le hace caso, sea para ti como un pagano o un publicano.
Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso mismo también los gentiles?
Procurad no hacer vuestras buenas obras delante de la gente para que os vean; de lo contrario, no tendréis recompensa ante vuestro Padre que está en los cielos.
Estando luego a la mesa en casa de éste, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa con Jesús y con sus disc pulos, pues eran muchos los que le segu an.
Los escribas y fariseos, al ver que com a con pecadores y publicanos, dec an a sus disc pulos: '¿Pero es que come con publicanos y pecadores?'.
En cambio, el publicano se quedó a distancia y ni siquiera se atrev a a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! Ten misericordia de m, que soy pecador'.
Hab a all un hombre, llamado Zaqueo, muy rico, que era jefe de publicanos.
Al ver esto, todos murmuraban, comentando que hab a ido a hospedarse en casa de un pecador.
Llegaron también unos publicanos para bautizarse y le preguntaron: 'Maestro, ¿qué tenemos que hacer?'.
Entonces Lev le ofreció un gran banquete en su casa, al que asist a gran número de publicanos y otros más, que estaban a la mesa con ellos.
Los fariseos y sus escribas murmuraban y dec an a los disc pulos: '¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?'.
Al o rlo, todo el pueblo, incluso los publicanos, reconocieron los designios de Dios y recibieron el bautismo de Juan.
Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dec s: 'Éste es hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores'.