Respondió él: 'No los mates. ¿Acaso tú matas a los que haces prisioneros con tu espada y con tu arco? S rveles pan y agua para que coman y beban y se vuelvan luego a su se or'.
Mateo 5:44 - Biblia Castilian 2003 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen: Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Biblia Nueva Traducción Viviente Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! Biblia Católica (Latinoamericana) Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, La Biblia Textual 3a Edicion pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; |
Respondió él: 'No los mates. ¿Acaso tú matas a los que haces prisioneros con tu espada y con tu arco? S rveles pan y agua para que coman y beban y se vuelvan luego a su se or'.
La sensatez hace al hombre paciente, tiene por honor disimular una falta.
Jesús dec a: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Luego se repartieron sus vestidos echando suertes.
'Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que as os améis los unos a los otros como yo os he amado.
Pero Pablo exclamó a grandes voces: 'No te hagas ningún mal, que todos estamos aqu '.
Y puesto de rodillas, gritó con fuerte voz: 'Se or, no les tomes en cuenta este pecado'. Y as diciendo, expiró.
Procurad que nadie devuelva a otro mal por mal, sino buscad siempre lo bueno entre vosotros y con todos.
Cuando lo insultaban, no devolv a el insulto; cuando padec a, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia.
no devolváis mal por mal, ni insulto por insulto, sino, al contrario, bendecid, porque para esto habéis sido llamados, para ser herederos de la bendición.
Cuando terminó David de decir estas palabras a Saúl, Saúl exclamó: '¿Es tuya esta voz, hijo m o David?'. Y Saúl levantó la voz, y rompió a llorar.