Pero ahora elijo a Jerusalén, para que aqu esté mi nombre; y elijo a David para que esté al frente de mi pueblo Israel.'
Mateo 5:35 - Biblia Castilian 2003 ni por la tierra, porque es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Biblia Nueva Traducción Viviente Y no digas: “¡Por la tierra!”, porque la tierra es donde descansa sus pies. Tampoco digas: “¡Por Jerusalén!”, porque Jerusalén es la ciudad del gran Rey. Biblia Católica (Latinoamericana) ni por la tierra, que es la tarima de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del Gran Rey. La Biblia Textual 3a Edicion ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies,° ni hacia° Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 ni por la tierra, porque es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey; Biblia Reina Valera Gómez (2023) ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. |
Pero ahora elijo a Jerusalén, para que aqu esté mi nombre; y elijo a David para que esté al frente de mi pueblo Israel.'
Grande es el Se or y digno de alabanzas en la ciudad de nuestro Dios, su monte santo.
Exaltad al Se or y nuestro Dios, postraos ante el podio de sus pies, pues santo es el Se or.
As dice Yahveh: 'El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué templo me edificaréis y cuál el lugar de mi descanso?
Maldito el fraudulento que, teniendo en su reba o un macho sano, ofrecido en voto, sacrifica al Se or bestia lisiada. Yo soy el gran rey - dice Yahveh Sebaot -, y mi nombre es respetado en las naciones.
ni tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello.
El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué casa me habéis de construir, dice el Se or, o cuál va a ser el lugar de mi descanso?
Me llevó en esp ritu a un monte grande y elevado y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, de parte de Dios.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, preparada como esposa ataviada para su esposo.