Tomad pues, siete becerros y siete carneros, acudid ante mi siervo Job y ofrecedlos por vosotros en holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros y en atención a él no os castigaré por no haber hablado rectamente de m, como mi siervo Job'.
Mateo 5:24 - Biblia Castilian 2003 deja all tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. Biblia Nueva Traducción Viviente deja la ofrenda allí en el altar. Anda y reconcíliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y vete antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda. La Biblia Textual 3a Edicion deja allí tu ofrenda ante el altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y luego regresa y presenta tu ofrenda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. Biblia Reina Valera Gómez (2023) deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. |
Tomad pues, siete becerros y siete carneros, acudid ante mi siervo Job y ofrecedlos por vosotros en holocausto. Mi siervo Job intercederá por vosotros y en atención a él no os castigaré por no haber hablado rectamente de m, como mi siervo Job'.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os preocupáis por el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, mientras habéis descuidado lo de más peso en la ley: la justicia, la misericordia y la lealtad! Esto es lo que hab a que practicar, sin dejar aquello.
Por tanto, si al ir a presentar tu ofrenda ante el altar recuerdas all que tu hermano tiene algo contra ti,
'Buena es la sal, pero, si la sal se vuelve ins pida, ¿con qué le devolveréis su sabor? Tened sal en vosotros y vivid en paz unos con otros.'
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos piadosas, sin ira ni altercados.
Confesaos, pues, los pecados unos a otros; orad unos por otros para ser curados. La oración asidua del justo tiene mucho poder.