La senda de los justos es como la luz del alba, que aumenta en claridad hasta el pleno d a;
Mateo 5:14 - Biblia Castilian 2003 Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Biblia Católica (Latinoamericana) Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? La Biblia Textual 3a Edicion Vosotros sois la luz del mundo.° Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. |
La senda de los justos es como la luz del alba, que aumenta en claridad hasta el pleno d a;
As habla el Se or Yahveh: 'Ésta es Jerusalén. En el centro de las naciones la hab a colocado yo, con pa ses en su entorno.
Mientras tenéis la luz creed en la luz, para que seáis hijos de la luz'. Esto dijo Jesús. Luego se fue y se ocultó de su vista.
Juan era la lámpara que arde y que ilumina, aunque vosotros sólo por un momento quisisteis gozar de su luz.'
Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo: el que me sigue no andará en las tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.
No os unzáis con los infieles a un yugo desigual. Pues, ¿qué relación cabe entre la justicia y la impiedad? ¿Qué tiene de común la luz con las tinieblas?
para que lleguéis a ser irreprochables y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación desviada y pervertida, en cuyo seno brilláis como astros resplandecientes en el mundo,
Todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del d a. No somos de la noche ni de las tinieblas.
En cuanto al misterio de las siete estrellas que has visto a mi diestra y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias; y los siete candelabros son las siete Iglesias'.
Recuerda, pues, de dónde has ca do, y conviértete y comienza a practicar las obras de antes. Si no, vendré a ti y, si no te conviertes, removeré tu candelabro de su lugar.