Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
Mateo 5:12 - Biblia Castilian 2003 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos. De esta misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Alégrense! ¡Estén contentos, porque les espera una gran recompensa en el cielo! Y recuerden que a los antiguos profetas los persiguieron de la misma manera. Biblia Católica (Latinoamericana) Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion Alegraos y gozaos, pues vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas° antes de vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos. De esta misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Regocijaos y alegraos; porque vuestra recompensa es grande en el cielo; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. |
Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.
¿No le han contado a mi se or lo que hice cuando Jezabel asesinaba a los profetas de Yahveh? Yo escond en unas cavernas a cien profetas de Yahveh en dos grupos de cincuenta y les proporcioné pan y agua.
pues cuando Jezabel intentó exterminar a los profetas de Yahveh, Abd as recogió a cien profetas, los escondió en unas cavernas en dos grupos de cincuenta y les proveyó de pan y de agua.
Entonces Jezabel envió un mensajero a El as con este aviso: 'Esto me hagan los dioses y esto me a adan, si ma ana a estas horas no hago contigo igual que se hizo con cada uno de aquéllos'.
Ajab dijo a El as: '¡Otra vez a mi encuentro mi enemigo!'. Él le respondió: 'S; otra vez a tu encuentro. Por haberte vendido para hacer el mal a los ojos de Yahveh,
El rey de Israel respondió a Josafat: 'Queda todav a un hombre por medio del cual se puede consultar a Yahveh; pero yo siento aversión hacia él, porque nunca me profetiza bienes, sino solamente males. Es Miqueas, hijo de Yimlá'. Josafat le dijo: 'No hable el rey as '.
Y mandó un jefe de cincuenta con sus cincuenta hombres, que salió en busca de él. Lo hallaron sentado en la cima del monte. El jefe le dijo: 'Hombre de Dios, el rey ordena que bajes'.
Asá se irritó contra el vidente y lo puso en prisión, pues sus palabras le hab an indignado Por aquel tiempo, Asá oprimió también a algunos del pueblo.
Pero ellos hac an burla de los mensajeros de Dios, despreciaban sus palabras y se mofaban de sus profetas, hasta que la cólera de Yahveh contra su pueblo creció tanto que ya no hubo remedio.
Pero se rebelaron, se volvieron contra ti, echaron tu ley a sus espaldas, mataron a tus profetas, porque los exhortaban a convertirse a ti; grandes desprecios te hicieron.
deseables más que el oro y que el metal precioso, más dulces que la miel y que el jugo del panal.
Tendrán gozo los justos de haber visto venganza, y en la sangre del imp o podrán ba ar sus pies.
El malvado obtiene falsas ganancias, quien siembra justicia tiene paga segura.
En vano castigué a vuestros hijos, no aprendieron la lección; vuestra espada devoró a vuestros profetas como león desgarrador.
Y cuando Jerem as acabó de decir todo lo que Yahveh le hab a mandado decir a todo el pueblo, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo lo prendieron, diciendo: 'Tienes que morir sin remisión.
'No es cierto - replicó Jerem as -. No me paso a los caldeos'. Pero, sin escucharle, Yir as prendió a Jerem as y lo llevó a los jefes.
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno conforme a su conducta.
Cuando ayunéis, no pongáis cara macilenta como los hipócritas, que adrede se desfiguran el rostro, para hacer ver a la gente que están ayunando; os lo aseguro: ya están pagados.
¡Jerusalén, Jerusalén: la que mata a los profetas y apedrea a los que fueron enviados a ella! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina a sus polluelos bajo sus alas! Pero vosotros no quisisteis.
Alegraos aquel d a y saltad de gozo; porque mirad: vuestra recompensa será grande en el cielo. Porque de la misma manera trataban sus padres a los profetas.
Vosotros, en cambio, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada. Entonces será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Alt simo, que es bueno aun con los desagradecidos y malvados.
Alrededor de la media noche Pablo y Silas, puestos en oración, cantaban himnos a Dios; los restantes presos les estaban escuchando.
Ellos, pues, sal an gozosos de la presencia del sanedr n, porque hab an sido dignos de padecer afrentas por el Nombre.
Y no sólo esto, sino que también nos sentimos gozosamente seguros en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación genera constancia;
El que planta y el que riega son una misma cosa; eso s, cada uno recibirá el salario a la medida de su trabajo.
Porque el momento pasajero de nuestra tribulación va produciendo en nosotros un peso eterno de gloria cada vez más inmenso.
Porque a vosotros os ha sido concedido, no sólo el creer en Cristo, sino el sufrir por él,
Y si, además, mi sangre es derramada en libación sobre el sacrificio y el ministerio sagrado de vuestra fe, me alegro y me congratulo con todos vosotros.
Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y voy completando en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia,
seguros de que recibiréis del Se or la retribución de la herencia. Es a Cristo, el Se or, a quien serv s.
que dieron muerte al Se or Jesús y a los profetas, nos persiguieron a nosotros, no agradan a Dios y se enfrentan con todo el mundo,
Porque, realmente, compartisteis los sufrimientos de los presos y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes, conscientes de poseer un patrimonio mejor y duradero.
y considerando el oprobio de Cristo como riqueza mayor que los tesoros de Egipto, pues ten a la mirada puesta en la recompensa.
los cuales, por la fe, sometieron reinos, impartieron justicia, obtuvieron lo prometido, taparon bocas de leones,
Y sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a los que lo buscan.
Considerad, hermanos m os, como motivo de gran alegr a veros envueltos en toda clase de pruebas,
Tomad, hermanos, por modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Se or.
Más bien, a medida que tomáis parte en los padecimientos de Cristo, alegraos, para que también en la revelación de su gloria exultéis de gozo.
Que Yahveh recompense tu acción y que recibas cumplida retribución de Yahveh, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte'.