El pórtico que estaba delante ten a veinte codos de largo, igual que la anchura del templo; y su altura era de ciento veinte codos. Salomón lo revistió por dentro de oro puro.
Mateo 4:5 - Biblia Castilian 2003 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, Biblia Nueva Traducción Viviente Después el diablo lo llevó a la santa ciudad, Jerusalén, al punto más alto del templo, Biblia Católica (Latinoamericana) Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el diablo lo lleva hasta la santa ciudad, lo puso en pie sobre el pináculo del templo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso sobre el alero del templo Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, y lo puso sobre el pináculo del templo, |
El pórtico que estaba delante ten a veinte codos de largo, igual que la anchura del templo; y su altura era de ciento veinte codos. Salomón lo revistió por dentro de oro puro.
Los jefes del pueblo se establecieron en Jerusalén. El resto de la gente echó suertes para que, de cada diez, uno residiera en Jerusalén, la ciudad santa, mientras que los otros nueve se quedar an en las ciudades.
Los levitas de la ciudad santa eran en total doscientos ochenta y cuatro.
los que toman el nombre de la ciudad santa y se apoyan en el Dios de Israel, - Yahveh Sebaot es su nombre -:
¡Despierta, despierta, v stete de fuerza, Sión! V stete tus espléndidos vestidos, Jerusalén, ciudad santa, porque no volverá a entrar en ti ni el incircunciso ni el impuro.
En nombre de tu justicia, aparta, Se or, tu ira y tu furor de Jerusalén, tu ciudad, tu santa monta a; pues, por nuestros pecados y por las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean.
Setenta semanas están decretadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para traer la eterna justicia, para sellar la visión y al profeta, para ungir al santo de los santos.
y saliendo de los sepulcros después que él resucitó, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos.
Lo llevó luego a Jerusalén, lo puso sobre el alero del templo y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, t rate de aqu abajo;
Respondió Jesús: 'Ninguna autoridad tendr as sobre m, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado'.
El atrio exterior del templo déjalo aparte y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.