Miró y encontró a su cabecera una hogaza cocida sobre piedras calientes y un cántaro de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse.
Mateo 4:11 - Biblia Castilian 2003 Entonces lo dejó el diablo, y unos ángeles se acercaron para servirle. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el diablo se fue, y llegaron ángeles a cuidar a Jesús. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles a servirle. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces lo deja el diablo, y he aquí unos ángeles se acercaron y lo servían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces lo dejó el diablo, y unos ángeles se acercaron para servirle. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el diablo le dejó, y he aquí, ángeles vinieron y le servían. |
Miró y encontró a su cabecera una hogaza cocida sobre piedras calientes y un cántaro de agua. Comió, bebió y volvió a acostarse.
¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviar a más de doce legiones de ángeles?
y le dijo: 'Si eres Hijo de Dios, t rate abajo; pues, escrito está: Mandará en tu favor a sus ángeles, y te llevarán en palmas, no sea que tropiece tu pie con una piedra'.
Permaneció en el desierto cuarenta d as y Satanás lo puso a prueba. Estaba entre animales salvajes, y los ángeles le serv an.
Mientras estaba yo entre vosotros d a tras d a en el templo, no extendisteis las manos contra m. Pero ésta es vuestra hora y el poder de las tinieblas'.
Y acabadas todas las tentaciones, el diablo se alejó de él hasta un tiempo se alado.
Ya no hablaré mucho con vosotros, porque está al llegar el jefe del mundo. Contra m nada puede;
Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.
¿Y qué son todos los ángeles, sino esp ritus al servicio de Dios, enviados para servir a los que van a heredar la salvación?
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios.