si ellos luego se arrepienten en su corazón en la tierra de su cautiverio y se convierten y te suplican en el pa s de quienes les llevaron cautivos y dicen: 'Hemos pecado, hemos sido perversos, somos culpables',
Mateo 3:2 - Biblia Castilian 2003 'Convert os, porque el reino de los cielos está cerca'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Biblia Nueva Traducción Viviente «Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca». Biblia Católica (Latinoamericana) éste era su mensaje: 'Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca. La Biblia Textual 3a Edicion diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos° se ha acercado.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Convertíos, porque el reino de los cielos está cerca'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y diciendo: Arrepentíos, porque el reino del cielo se ha acercado. |
si ellos luego se arrepienten en su corazón en la tierra de su cautiverio y se convierten y te suplican en el pa s de quienes les llevaron cautivos y dicen: 'Hemos pecado, hemos sido perversos, somos culpables',
Diles: por mi vida - oráculo del Se or Yahveh -, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado se convierta de su conducta y viva. Convert os, convert os de vuestra mala conducta. ¿Por qué queréis morir, casa de Israel?'
Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,
Entonces comenzó a increpar a las ciudades en que se hab an realizado la mayor a de sus milagros, por no haberse convertido:
Los habitantes de N nive comparecerán en el juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron ante la predicación de Jonás, y aqu hay uno que es más que Jonás.
Él les respondió: 'A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos; pero a ellos, no.
Les propuso esta otra parábola: 'El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo'.
Les propuso esta otra parábola: 'El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo;
Otra parábola les dijo: 'El reino de los cielos se parece a un poco de levadura que una mujer tomó y mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó toda la masa'.
También se parece el reino de los cielos a una red barredera que se echa al mar para recoger de todo.
Entonces les dijo: 'Por eso todo escriba convertido en disc pulo del reino de los cielos se parece a un due o de casa que saca de su almacén lo nuevo y lo viejo'.
A propósito de esto: el reino de los cielos se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus siervos.
El reino de los cielos se parece a un propietario que salió muy de ma ana a contratar obreros para su vi a.
'El reino de los cielos se parece a un rey que preparó el banquete de bodas de su hijo.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar.
El reino de los cielos será entonces semejante a diez v rgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio.
Es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus criados y les confió sus bienes
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: 'Convert os; porque el reino de los cielos está cerca'.
Recorr a toda Galilea, ense ando en las sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando en el pueblo toda enfermedad y toda dolencia.
Bienaventurados los perseguidos por atenerse a lo que es justo, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los pobres en esp ritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
venga tu reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en la tierra.
Buscad primero el reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por a adidura.
diciendo: 'Se ha cumplido el tiempo; el reino de Dios está cerca; convert os y creed en el evangelio'.
Se presentó Juan el Bautista en el desierto predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados.
Pero si yo expulso los demonios por el dedo de Dios, es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Nada de eso - os lo digo yo -; y si no os convert s, todos pereceréis igualmente.
Nada de eso - os lo digo yo -; y si no os convert s, todos pereceréis de la misma manera'.
Igualmente - os digo - hay gran alegr a entre los ángeles del cielo por un solo pecador que se convierte'.
Os digo que igualmente habrá más alegr a en el cielo por un solo pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión.
Él insistió: 'No, padre Abrahán; porque si se presenta a ellos alguno de entre los muertos, se convertirán'.
Igualmente vosotros también, cuando veáis que suceden estas cosas, daos cuenta de que el reino de Dios está cerca.
y que en su nombre hab a de predicarse la conversión para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén.
Y él, levantando los ojos hacia sus disc pulos, dijo: 'Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Al o r esto, se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: 'Según esto, Dios ha dado también a los gentiles la conversión que conduce a la vida''.
Pues bien, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, Dios ahora invita a los hombres a que todos y en todas partes se conviertan,
Pedro les respondió: 'Convert os, y que cada uno de vosotros se bautice en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el don del Esp ritu Santo;
proclamando solemnemente a jud os y a griegos la conversión a Dios y la fe en nuestro Se or Jesús.
sino que, primero en Damasco y en Jerusalén, y después en toda la región de Judea y entre los gentiles, me puse a predicar que se convirtieran y volvieran a Dios, haciendo obras en consonancia con esa conversión.
Arrepent os, pues, y convert os, para que sean borrados vuestros pecados,
Pues la tristeza que es según Dios produce una conversión saludable, de la cual no hay que tener pesar; mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.
Él nos libertó del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,
suave al instruir a los contrarios, por si acaso Dios les concede que se conviertan, reconozcan la verdad
Por lo tanto, dejando a un lado los rudimentos de la doctrina sobre Cristo, vayamos a lo propio de los perfectos, sin entretenernos más en asentar lo que sólo es cimiento a saber: arrepentimiento de las obras muertas y fe en Dios,
No demora el Se or la promesa, como algunos piensan; sino que es paciente con vosotros, pues no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan.
Le he dado tiempo para convertirse, pero no quiere convertirse de su fornicación.
Recuerda, pues, de dónde has ca do, y conviértete y comienza a practicar las obras de antes. Si no, vendré a ti y, si no te conviertes, removeré tu candelabro de su lugar.