y lo puso en un sepulcro nuevo, de su propiedad, que hab a excavado en la roca. Hizo rodar después una gran piedra hasta la puerta del sepulcro y se fue.
Mateo 28:2 - Biblia Castilian 2003 De pronto se produjo un gran terremoto; porque un ángel del Se or bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡De repente, se produjo un gran terremoto! Pues un ángel del Señor descendió del cielo, corrió la piedra a un lado y se sentó sobre ella. Biblia Católica (Latinoamericana) De repente se produjo un violento temblor: el Angel del Señor bajó del cielo, se dirigió al sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella. La Biblia Textual 3a Edicion Y hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo, se acercó e hizo rodar la piedra, y se sentó encima de ella. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De pronto se produjo un gran terremoto; porque un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí, fue hecho un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo y llegando, removió la piedra de la puerta, y se sentó sobre ella. |
y lo puso en un sepulcro nuevo, de su propiedad, que hab a excavado en la roca. Hizo rodar después una gran piedra hasta la puerta del sepulcro y se fue.
Ellos fueron y, después de sellar la piedra, pusieron el sepulcro bajo la custodia de la guardia.
El primer d a de la semana, muy de ma ana, cuando todav a estaba oscuro, Mar a Magdalena va al sepulcro y ve quitada de él la losa.
De repente sobrevino un gran terremoto que hizo temblar los cimientos de la cárcel. Al instante se abrieron todas las puertas y a todos se les soltaron los grilletes.
Pero, durante la noche, un ángel del Se or abrió las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo:
Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.
Y les fue revelado que, no a s mismos, sino a vosotros serv an con este mensaje que ahora os anuncian los que os evangelizan por medio del Esp ritu Santo enviado del cielo, mensaje que hasta los ángeles se asoman deseosos de verlo.
Se abrió el santuario de Dios que está en el cielo y apareció el arca de su alianza en su santuario. Y hubo relámpagos y voces y truenos y terremoto y una gran granizada.