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Mateo 27:50 - Biblia Castilian 2003

Entonces Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el esp ritu.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jesús volvió a gritar y entregó su espíritu.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, entregó el espíritu.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.

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Lòt tradiksyon



Mateo 27:50
14 Referans Kwoze  

Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un pr ncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.


de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.


Pero los demás dijeron: '¡Déjalo! Vamos a ver si viene El as a salvarlo'.


Entonces Jesús, lanzando un potente grito, expiró.


Entonces Jesús, clamando con voz potente, dijo: 'Padre, en tus manos conf o yo mi vida'. Y dicho esto, expiró.


'Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


como el Padre me conoce a m y yo conozco al Padre. Yo doy mi vida por las ovejas.


Hab a all un jarro lleno de vinagre. Pusieron, pues, en una ca a de hisopo una esponja empapada en el vinagre y se la acercaron a la boca.


Cuando Jesús tomó el vinagre, dijo: '¡Todo se ha cumplido!'. E inclinando la cabeza, entregó el esp ritu.


Y como los hijos comparten la sangre y la carne, de igual modo él participó de ambas, para que as, por la muerte, destruyera al que ten a el dominio de la muerte, o sea, al diablo,


Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.


¡cuánto más la sangre de Cristo, que, en virtud del esp ritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha, purificará nuestra conciencia de las obras muertas, para que rindamos culto al Dios vivo!