Mateo 27:46 - Biblia Castilian 2003 Hacia la hora nona, exclamó Jesús con voz potente: ' El, El, lemá sabactani? '. Esto es: '¡Dios m o, Dios m o!, ¿por qué me has desamparado?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Biblia Nueva Traducción Viviente A eso de las tres de la tarde, Jesús clamó en voz fuerte: «Eli, Eli, ¿lema sabactani?», que significa «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Biblia Católica (Latinoamericana) A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?' La Biblia Textual 3a Edicion y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó° con gran voz, diciendo: Eli, Eli ¿lema° sabajtani? (Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me desamparaste?)° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hacia la hora nona, exclamó Jesús con voz potente: ' Elí, Elí, lemá sabactani? '. Esto es: '¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? |
'Dios le tiene abandonado: acosadle y prendedle: no hay nadie que le salve'.
Plugo a Yahveh aplastarlo con dolencias. Ofreció su vida como sacrificio expiatorio, verá descendencia, prolongará sus d as; y el querer de Yahveh se logrará por su mano.
¡Vosotros, todos los que pasáis por el camino, Lámed mirad y ved si hay dolor como el dolor que me atormenta, con el que Yahveh me afligió el d a de su ardiente ira!
Al o rlo, algunos de los que estaban all dec an: 'Éste está llamando a El as'.
Y a la hora nona clamó Jesús con voz potente: ' Elo, Elo, lemá sabactan '. Lo cual quiere decir: '¡Dios m o, Dios m o!, ¿por qué me has desamparado? '.
Entonces Jesús, clamando con voz potente, dijo: 'Padre, en tus manos conf o yo mi vida'. Y dicho esto, expiró.
Cristo, en los d as de su vida mortal, presentó, a gritos y con lágrimas, oraciones y súplicas al que pod a salvarlo de la muerte, y fue escuchado en atención a su piedad reverencial.