preguntando: '¿Dónde está el rey de los jud os que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo'.
Mateo 27:42 - Biblia Castilian 2003 'Ha salvado a otros y no puede salvarse a s mismo. Es rey de Israel: que baje ahora mismo de la cruz, y creeremos en él. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. Biblia Nueva Traducción Viviente «Salvó a otros —se mofaban—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! Con que es el Rey de Israel, ¿no? ¡Que baje de la cruz ahora mismo y creeremos en él! Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Ha salvado a otros y no es capaz de salvarse a sí mismo! ¡Que baje de la cruz el Rey de Israel y creeremos en él! La Biblia Textual 3a Edicion A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar. ¡Rey° de Israel es! ¡Baje ahora de la cruz, y creeremos en él! Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo. Es rey de Israel: que baje ahora mismo de la cruz, y creeremos en él. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él. |
preguntando: '¿Dónde está el rey de los jud os que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarlo'.
Encima de su cabeza pusieron escrita la causa de su condena: ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
y diciendo: 'Tú, que destruyes el templo y en tres d as lo reconstruyes: si eres Hijo de Dios sálvate a ti mismo y baja de la cruz'.
Igualmente, también los pont fices se burlaban de él, junto con los escribas y los ancianos, diciendo:
Igualmente, también los pont fices se burlaban de él, juntamente con los escribas, diciéndose unos a otros: 'Ha salvado a otros, y no puede salvarse a s mismo:
¡el Cristo, el rey de Israel; que baje ahora mismo de la cruz, para que veamos y creamos!'. También los que estaban crucificados con él lo insultaban.
y exclamaban: '¡Bendito el que viene, el rey, en el nombre del Se or! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!'.
El pueblo estaba all mirando. Los jefes se mofaban de él, diciendo: 'Ha salvado a otros; pues que se salve a s mismo, si él es el Cristo de Dios, el elegido'.
Natanael le respondió: ' Rabb, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el rey de Israel'.
tomaron ramas de palmera y salieron a su encuentro, gritando: '¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Se or: el rey de Israel!'.
Si alguno escucha mis palabras pero no las cumple, yo no lo condeno; porque no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo.
Llamaron por segunda vez al hombre que hab a sido ciego y le dijeron: 'Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador'.
Pero viendo de pie, con ellos, al hombre curado, no ten an nada que oponer.