y el vino que hace alegre el corazón humano: a fin de hacer brillar su rostro con el óleo y que el pan los sustente.
Mateo 26:29 - Biblia Castilian 2003 Pues os digo que ya no beberé más de este producto de la vid hasta aquel d a en que lo beba con vosotros, nuevo, en el reino de mi Padre'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Acuérdense de lo que les digo: no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre». Biblia Católica (Latinoamericana) Y les digo que desde ahora no volveré a beber del zumo de cepas, hasta el día en que lo beba nuevo con ustedes en el Reino de mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Y os digo que desde ahora no beberé de este fruto de la vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pues os digo que ya no beberé más de este producto de la vid hasta aquel día en que lo beba con vosotros, nuevo, en el reino de mi Padre'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. |
y el vino que hace alegre el corazón humano: a fin de hacer brillar su rostro con el óleo y que el pan los sustente.
Muchos son los que dicen: '¿Quién nos dará a ver la dicha?' Levanta, tú, Se or, ante nosotros la luz de tu presencia.
Él me saca del pozo burbujeante, del barro cenagoso, para poner mis pies sobre la roca y asegurar mis pasos.
Yo vengo a mi jard n, hermana, esposa m a, a coger de mi mirra y de mi bálsamo, a comer de mi panal y de mi miel, a beber de mi vino y de mi leche. Comed, amigos, y bebed, y embriagaos de amores.
Yahveh Sebaot dará para todos los pueblos en este monte un banquete de manjares suculentos, un fest n de vinos generosos: manjares sabrosos, enjundiosos; vinos exquisitos, depurados.
Libre de los trabajos de su alma, verá la luz, y se saciará de conocimiento. Como justo, mi siervo justificará a muchos, y sus iniquidades él mismo se las cargará.
Yahveh, tu Dios, está contigo. ¡Es un héroe que salva! Se gozará en ti con alegr a, te renovará con su amor, dará gritos de júbilo por ti
¡Ah! ¡Cuánta es su belleza y su hermosura! El trigo hará crecer a los jóvenes y el vino a las doncellas.
Entonces los justos, en el reino de su Padre, resplandecerán como el sol. El que tenga o dos, que oiga.
Os lo aseguro: hay algunos de los aqu presentes que no morirán sin haber visto al Hijo del hombre venir con su reino'.
Porque donde están dos o tres congregados para invocar mi nombre, all estoy yo entre ellos'.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre: tomad en herencia el reino que para vosotros está preparado desde la creación del mundo.
porque esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos, para perdón de los pecados.
y ense ándoles a observar todo cuanto yo os he mandado. Y mirad: yo estoy con vosotros todos los d as hasta el final de los tiempos'.
Os aseguro que ya no beberé más del producto de la vid hasta aquel d a en que lo beba nuevo en el reino de Dios'.
No temas, peque o reba o; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.
pero hab a que hacer fiesta y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido hallado''.
Os he dicho estas cosas para que mi alegr a esté en vosotros, y vuestra alegr a sea colmada.'
También vosotros sent s tristeza ahora; pero yo volveré a veros y entonces se alegrará vuestro corazón y esa alegr a vuestra nadie os la quitará.
Pero ahora voy a ti; y digo estas cosas estando aún en el mundo, para que ellos tengan en s mismos mi alegr a enteramente colmada.
no a todo el pueblo, sino a los testigos se alados de antemano por Dios, a nosotros que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos.
fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Cantan un cántico nuevo ante el trono y ante los cuatro seres vivientes y los ancianos y nadie pod a aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que hab an sido rescatados de la tierra.
Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y a manantiales de aguas vivas les conducirá. Y enjugará Dios toda lágrima de sus ojos'.