Con todo su esplendor aparece la princesa, con bordados de oro en sus vestidos.
Mateo 25:1 - Biblia Castilian 2003 El reino de los cielos será entonces semejante a diez v rgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Biblia Nueva Traducción Viviente »Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen, pues, lo que pasará entonces en el Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus lámparas para salir al encuentro del novio. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes,° que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El reino de los cielos será entonces semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces el reino del cielo será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. |
Con todo su esplendor aparece la princesa, con bordados de oro en sus vestidos.
más suave el olor de tus perfumes, tu nombre como bálsamo fragante. Y de ti se enamoran las doncellas.
Su boca es la dulzura y todo él deseable. Tal es mi amado, as es mi compa ero, muchachas de Jerusalén.
Muchachas de Jerusalén, yo os conjuro: si encontráis a mi amado ¿qué le habéis de decir? Que estoy enferma de amor.
Porque esposo tuyo será tu creador, Yahveh Sebaot es su nombre; y tu redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra se llama.
Por el tiempo de esos reyes, suscitará el Dios del Cielo un reino que nunca será destruido ni será entregado a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos esos reinos, mientras que él permanecerá por siempre,
Les propuso esta otra parábola: 'El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo'.
Les propuso esta otra parábola: 'El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo;
el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, la ciza a son los hijos del Malo;
También se parece el reino de los cielos a una red barredera que se echa al mar para recoger de todo.
El reino de los cielos se parece a un propietario que salió muy de ma ana a contratar obreros para su vi a.
'El reino de los cielos se parece a un rey que preparó el banquete de bodas de su hijo.
Entonces, todas aquellas v rgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.
Alumbre as vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Jesús les respondió: '¿Acaso van a estar afligidos los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Tiempo llegará en que les quiten al novio y entonces ayunarán.
Habiendo, pues, recibido Judas la cohorte y los guardias de los pont fices y [de] los fariseos, fue allá, con linternas, antorchas y armas.
Es el novio el que tiene a la novia; pero el amigo del novio, que está con él y lo oye, se llena de alegr a al o r su voz. Pues bien, esta alegr a m a se ha cumplido ya.
Hab a muchas lámparas en la estancia superior donde nos hallábamos reunidos.
Os alabo, porque en todo os acordáis de m y porque conserváis las tradiciones tal como os las transmit.
Estoy celoso de vosotros con celo de Dios, porque os desposé con un solo marido para presentaros, como virgen pura, a Cristo.
Y ahora está ya preparada para m la corona de justicia, con la que me retribuirá en aquel d a el Se or, el juez justo; y no sólo a m, sino también a todos los que hayan mirado con amor su venida.
mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,
Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son v rgenes. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Éstos fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero.
Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, preparada como esposa ataviada para su esposo.
Vino uno de los siete ángeles que ten an las siete copas llenas de las siete plagas finales y me dijo: 'Ven; te mostraré a la desposada, la esposa del Cordero'.
Del trono salen relámpagos y voces y truenos. Ante el trono están ardiendo siete antorchas de fuego, que son los siete esp ritus de Dios.
Tocó el tercer ángel. Se desplomó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los r os y sobre las fuentes de las aguas.