Será un d a único, que sólo es conocido de Yahveh. La noche no sucederá al d a, pues al caer la tarde habrá luz.
Mateo 24:36 - Biblia Castilian 2003 En cuanto al d a aquel y la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino el Padre solo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente »Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán estas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe. Biblia Católica (Latinoamericana) Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles de Dios, ni aun el Hijo, sino solamente el Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Pero acerca de aquél día y hora, nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo,° sino sólo el Padre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En cuanto al día aquel y la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino el Padre solo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero del día y la hora, nadie sabe, ni los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre. |
Será un d a único, que sólo es conocido de Yahveh. La noche no sucederá al d a, pues al caer la tarde habrá luz.
Por eso mismo, estad también vosotros preparados; que a la hora en que menos lo penséis llegará el Hijo del hombre.
En cuanto al d a aquél o la hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Él les dijo: 'No os corresponde a vosotros saber los tiempos o momentos que el Padre ha fijado por su propia autoridad,
porque vosotros mismos sabéis perfectamente que el d a del Se or vendrá como ladrón en plena noche.
Pero el d a del Se or vendrá como un ladrón. En él desaparecerán los cielos con formidable estruendo, los elementos se disolverán abrasados por el fuego y quedará al descubierto la tierra con todas las obras que hay en ella.
(Mirad que vengo como un ladrón. Dichoso el que está en vela y guarda sus vestidos, para que no tenga que andar desnudo y se vean sus vergüenzas.)
Recuerda, pues, cómo recibiste y escuchaste mi palabra, guárdala y conviértete. Porque, si no estás alerta, vendré como ladrón, sin que sepas a qué hora será mi llegada.