Temieron en Sión los pecadores, temblor sobrecogió a los imp os. ¿Quién de nosotros morará en fuego devorador? ¿Quién de nosotros morará en hogueras eternas?
Mateo 23:13 - Biblia Castilian 2003 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. Biblia Nueva Traducción Viviente »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entrarán ni tampoco dejan que los demás entren. Biblia Católica (Latinoamericana) Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo. La Biblia Textual 3a Edicion Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, porque no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que tratan de entrar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino del cielo delante de los hombres; porque ni entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar. |
Temieron en Sión los pecadores, temblor sobrecogió a los imp os. ¿Quién de nosotros morará en fuego devorador? ¿Quién de nosotros morará en hogueras eternas?
¡Ay del pastor incapaz que abandona las ovejas! ¡Caiga la espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho! ¡Que su brazo se seque del todo, y se apague por completo su ojo derecho!'.
¡Ay de vosotros, gu as ciegos, que dec s: 'Jurar por el santuario no obliga a nada, pero el que jure por el oro del santuario obligado queda!'
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os preocupáis por el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, mientras habéis descuidado lo de más peso en la ley: la justicia, la misericordia y la lealtad! Esto es lo que hab a que practicar, sin dejar aquello.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mas por dentro quedan llenos de rapacidad y desenfreno!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que parecéis sepulcros blanqueados: que por fuera aparecen vistosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda impureza!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas, adornáis las tumbas de los justos
Pero al ver que ven an a bautizarse muchos fariseos y saduceos, les dijo: 'Raza de v boras, ¿quién os ha ense ado a huir del inminente castigo?
¡Ay de vosotros, doctores de la ley, porque os habéis llevado la llave del saber! Vosotros no entrasteis, y a los que estaban para entrar se lo impedisteis'.
Esto dijeron sus padres, porque ten an miedo de los jud os; pues éstos hab an acordado ya que quien lo reconociera como Cristo fuera expulsado de la sinagoga.
Llamaron por segunda vez al hombre que hab a sido ciego y le dijeron: 'Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador'.
Respondiéronle ellos: 'Has nacido enteramente empecatado, ¿y tú nos vas a dar lecciones?'. Y lo arrojaron fuera.
Se les opon a Elimas, el mago - que esto es lo que significa su nombre -, tratando de apartar de la fe al procónsul.
'Os hab amos ordenado severamente que no ense arais en ese nombre, y resulta que habéis llenado Jerusalén con vuestras ense anzas y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre'.
Llamaron a los apóstoles, después de azotarlos les ordenaron que no volvieran a hablar del nombre de Jesús, y los soltaron.
Saulo estaba de acuerdo con aquella muerte. Comenzó aquel d a una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén y todos se dispersaron por los lugares de Judea y de Samar a, a excepción de los apóstoles.
De la misma manera que Yanes y Yambres se opusieron a Moisés, estos tales se oponen también a la verdad: hombres de inteligencia pervertida, reprobados en materia de fe.
Tú también ten cuidado con él, porque se opone fuertemente a nuestra predicación.