Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un pr ncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.
Mateo 22:7 - Biblia Castilian 2003 Entonces el rey se enfureció y, enviando sus tropas, acabó con aquellos asesinos y les incendió la ciudad. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. Biblia Nueva Traducción Viviente »El rey se puso furioso, y envió a su ejército para destruir a los asesinos y quemar su ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) El rey se enojó y envió a sus tropas, que dieron muerte a aquellos asesinos e incendiaron su ciudad. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces el rey° se enfureció, y enviando sus ejércitos destruyó a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces el rey se enfureció y, enviando sus tropas, acabó con aquellos asesinos y les incendió la ciudad. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyéndolo el rey, se indignó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso a fuego su ciudad. |
Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido y nada quedará. Vendrá un pr ncipe con su tropa y destruirá la ciudad y el santuario. El final será un cataclismo, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones decretadas.
Yahveh da voces delante de sus tropas, porque es inmenso el campamento, y es poderoso el ejecutor de sus planes. Grande es el d a de Yahveh, terrible en exceso. ¿Quién podrá soportarlo?
Os compensaré por los a os en que os devoraron el saltamontes y la langosta, la caballeta y el grillo, mi gran ejército que envié contra vosotros.
Aun sobre los esclavos y sobre las esclavas, en aquellos d as, derramaré mi Esp ritu.
y los demás echaron mano a los criados del rey los ultrajaron y los mataron.
Luego dice a sus criados: 'El banquete de bodas está preparado, pero los convidados no se lo merec an.
Y por lo que respecta a aquellos enemigos m os que no quer an que yo fuera su rey, traedlos aqu y degolladlos delante de m '.
Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; los que estén dentro de la ciudad, aléjense, de ella; los que estén en los campos, no entren en la ciudad;
Caerán al filo de la espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el plazo de los gentiles se cumpla.
queriendo impedirnos predicar a los gentiles para que se salven. As colman constantemente la medida de sus pecados. Pero al final, la ira descargó de improviso sobre ellos.