Salió Lot, y habló a sus yernos, los que iban a desposarse con sus hijas, diciéndoles: 'Levantaos, salid de este lugar, porque Yahveh va a destruir la ciudad'. Pero a los yernos les pareció que bromeaba.
Mateo 22:5 - Biblia Castilian 2003 Pero ellos no hicieron caso y se fueron el uno a su campo, el otro a sus negocios; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; Biblia Nueva Traducción Viviente Pero las personas a quienes había invitado no hicieron caso y siguieron su camino: uno se fue a su granja y otro a su negocio. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ellos no hicieron caso, sino que se fueron, unos a sus campos y otros a sus negocios. La Biblia Textual 3a Edicion Pero ellos, haciendo caso omiso, se fueron, el uno a su campo, el otro a su negocio, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero ellos no hicieron caso y se fueron el uno a su campo, el otro a sus negocios; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero ellos lo tuvieron en poco y se fueron; uno a su labranza, otro a sus negocios, |
Salió Lot, y habló a sus yernos, los que iban a desposarse con sus hijas, diciéndoles: 'Levantaos, salid de este lugar, porque Yahveh va a destruir la ciudad'. Pero a los yernos les pareció que bromeaba.
Entonces Jacob le dio pan y el guiso de lentejas. Esaú comió y bebió; luego se levantó y se marchó. As menospreció Esaú los derechos de primogenitura.
El principio de la ciencia es el temor de Yahveh. Los necios desprecian sabidur a y disciplina.
Lo sembrado entre zarzas figura al que oye la palabra; pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y no da fruto.
Volvió a enviar a otros criados con este encargo: 'Decid a los convidados: ya tengo preparado el banquete; he sacrificado mis terneros y reses cebadas, todo está a punto. Venid al banquete'.
y los demás echaron mano a los criados del rey los ultrajaron y los mataron.
Y a los que vend an palomas les dijo: 'Quitad esto de aqu; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio'.
Pero cuando Pablo tocó el tema de la justicia y de la continencia y del juicio venidero, Félix, atemorizado, interrumpió: 'Por ahora, basta. Cuando tenga ocasión propicia, te llamaré'.
¿O es que menosprecias la riqueza de su bondad y de su paciencia y de su comprensión, al no reconocer que esta bondad de Dios intenta llevarte a la conversión?
Pero el anhelo de la carne termina en muerte; mientras que el anhelo del Esp ritu, en vida y paz.
¿cómo podremos nosotros escapar, si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación fue inaugurada por la predicación del Se or. Los que la escucharon nos la confirmaron a nosotros
Empujados por la avaricia, se aprovecharán de vosotros con discursos mentirosos. Hace ya tiempo que ni su condenación está ociosa ni su perdición dormida.