Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.
Mateo 21:33 - Biblia Castilian 2003 Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una vi a, la rodeó de una cerca, excavó en ella un lagar y construyó una torre; luego la arrendó a unos vi adores y se fue lejos de su tierra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Ahora, escuchen otra historia. Cierto propietario plantó un viñedo, lo cercó con un muro, cavó un hoyo para extraer el jugo de las uvas y construyó una torre de vigilancia. Luego les alquiló el viñedo a unos agricultores arrendatarios y se mudó a otro país. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen este otro ejemplo: Había un propietario que plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y levantó una torre para vigilarla. Después la alquiló a unos labradores y se marchó a un país lejano. La Biblia Textual 3a Edicion Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña,° y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, excavó en ella un lagar y construyó una torre; luego la arrendó a unos viñadores y se fue lejos de su tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos. |
Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.
Escuchad la palabra de Yahveh, jefes de Sodoma; o d la ense anza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra:
Dirás: escuchad la palabra de Yahveh, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. As dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: mirad: voy a traer sobre este lugar una desgracia tal que a todo el que la oiga le reti irán los o dos.
Yo te hab a plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para m te has cambiado en sarmientos silvestres de vi a bastarda?
Escuchad la palabra de Yahveh, hijos de Israel, porque Yahveh viene a querellarse contra los habitantes del pa s, porque no hay en ellos ni fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios.
El reino de los cielos se parece a un propietario que salió muy de ma ana a contratar obreros para su vi a.
'¿Qué os parece? Un hombre ten a dos hijos. Acercándose al primero, le dijo: 'Hijo, vete hoy a trabajar en la vi a'.
Es igual que cuando un hombre va de viaje: al dejar su casa y dar a sus criados los poderes, encarga a cada uno su trabajo, y al portero le manda que vele.
Dijo, pues: 'Un hombre de familia noble se fue a un pa s lejano para recibir la investidura de un reino y volver luego.
Constituirás jueces y escribas para tus tribus en todas las ciudades que Yahveh, tu Dios, te ha de dar, y ellos juzgarán al pueblo según justicia.