que de él se apiade y le diga: L brale de bajar a la fosa: yo he encontrado el rescate de su vida,
Mateo 20:28 - Biblia Castilian 2003 de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos». Biblia Católica (Latinoamericana) Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por una muchedumbre. La Biblia Textual 3a Edicion así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 de la misma manera que el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. |
que de él se apiade y le diga: L brale de bajar a la fosa: yo he encontrado el rescate de su vida,
Pero él era traspasado por nuestras rebeliones, aplastado por nuestras iniquidades. El castigo que nos val a la paz ca a sobre él y por sus cardenales éramos sanados.
Arrestado y sentenciado se lo llevaron, y de su destino, ¿quién se preocupa? Fue arrancado de la tierra de los vivos, por el pecado de su pueblo lo hirieron de muerte.
porque esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos, para perdón de los pecados.
Jesús le contesta: 'Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza'.
pues aun el Hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos'.
Y les dijo: 'Esto es mi sangre, la de la alianza, que va a ser derramada por todos.
Porque, ¿quién es mayor: el que está a la mesa o el que sirve? ¿Acaso no lo es el que está a la mesa? Pues bien, yo estoy entre vosotros como quien sirve.
como el Padre me conoce a m y yo conozco al Padre. Yo doy mi vida por las ovejas.
el cual fue entregado por nuestras faltas y fue resucitado para nuestra justificación.
Conocéis bien la gracia de nuestro Se or Jesucristo: cómo por nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fuerais enriquecidos con su pobreza.
Cristo nos rescató de la maldición de la ley haciéndose maldición por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero.
En él tenemos la redención por medio de su sangre, el perdón de los pecados según la riqueza de su gracia,
Caminad en amor, como también Cristo os amó y se entregó a s mismo por nosotros como ofrenda y v ctima a Dios de calmante aroma.
que se entregó a s mismo como rescate por todos, y que es el testimonio dado a su debido tiempo.
el cual se entregó por nosotros, para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos, haciendo de nosotros un pueblo que fuera su patrimonio, dedicado a buenas obras.
Porque conven a que aquel que es origen y fin de todo, al conducir a la gloria a la multitud de los hijos, llevara al autor de esta salvación hasta la perfección por medio del sufrimiento.
as también Cristo, ofrecido una sola vez para quitar los pecados de muchos, se aparecerá, la segunda vez, sin relación ya con el pecado, a los que a él aguardan, para darles la salvación.
Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo y los subió al madero, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Por sus cardenales habéis sido curados.
Porque también Cristo murió de una vez para siempre por los pecados, el justo por los injustos, para llevaros a Dios. Entregado a la muerte según la carne, fue vivificado según el esp ritu,
Él es sacrificio de purificación por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y al que nos libró de nuestros pecados con su sangre