Mateo 20:22 - Biblia Castilian 2003 Pero Jesús contestó: 'No sabéis lo que ped s. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo tengo que beber?'. Ellos le responden: 'S que lo somos'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús les respondió: —¡No saben lo que piden! ¿Acaso pueden beber de la copa amarga de sufrimiento que yo estoy a punto de beber? —Claro que sí —contestaron ellos—, ¡podemos! Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús dijo a los hermanos: 'No saben lo que piden. ¿Pueden ustedes beber la copa que yo tengo que beber?' Ellos respondieron: 'Podemos. La Biblia Textual 3a Edicion Respondiendo entonces Jesús, dijo: No sabéis° qué estáis pidiendo. ¿Podéis beber la copa que Yo estoy por beber?° Le responden: Podemos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero Jesús contestó: 'No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo tengo que beber?'. Ellos le responden: 'Sí que lo somos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber de la copa que yo he de beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Ellos le dijeron: Podemos. |
La arrogancia precede a la ruina, la altivez de esp ritu precede al fracaso.
¡Despierta, despierta, levántate, Jerusalén! Tú, que bebiste de la mano de Yahveh la copa de su ira; el cáliz, la copa del vértigo la has bebido, la has vaciado.
as dice Yahveh, tu Se or, tu Dios, que defiende a su pueblo: 'Mira: retiro de tu mano la copa del vértigo; el cáliz, la copa de mi ira ya no volverás a beberla;
Porque as dice Yahveh: 'Mirad: ¿conque los que no estaban condenados a beber la copa han tenido que beberla y tú vas a quedar impune? No quedarás impune, sino que la beberás.
Pedro le dice: 'Pues aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré'. Y otro tanto dijeron también todos los disc pulos.
Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba diciendo: '¡Padre m o: si es posible, que pase de m este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieres tú'.
Se alejó por segunda vez y de nuevo estuvo orando: '¡Padre m o: si esto no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad!'.
Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas'. Y, en aquel momento, todos los disc pulos lo abandonaron y huyeron.
Y dec a '¡Abbá! ¡Padre, todo te es posible: aparta de m este cáliz! Pero no lo que yo quiero, sino lo que quieres tú'.
Yo tengo un bautismo con que he de ser bautizado. ¡Y cuánta angustia siento hasta que se cumpla!
as: '¡Padre, si quieres, aparta de m este cáliz! Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya'. [
Jesús dijo a Pedro: 'Mete la espada en la vaina. ¿Es que no voy a beber el cáliz que me ha dado mi Padre?'.
De igual manera, también el Esp ritu viene en ayuda de nuestra debilidad. Porque no sabemos qué debemos pedir cuando oramos; sin embargo, el Esp ritu mismo intercede con gemidos intraducibles en palabras.
Ped s y no recib s, porque ped s mal, para gastarlo en vuestras pasiones.