Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Mateo 18:27 - Biblia Castilian 2003

Movido a compasión el se or de aquel siervo lo dejó en libertad y, además, le perdonó la deuda.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Y movido a compasión, el señor de aquel siervo lo soltó y le perdonó la deuda.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Movido a compasión el señor de aquel siervo lo dejó en libertad y, además, le perdonó la deuda.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces el señor de aquel siervo, fue movido a misericordia, y le soltó y le perdonó la deuda.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Mateo 18:27
11 Referans Kwoze  

Rehusaron o r y no se acordaron de las maravillas que con ellos obraste; endurecieron su cerviz, y se obstinaron en volver a la servidumbre de Egipto. Pero tú eres un Dios que perdona, bondadoso y clemente, tardo para la ira y lleno de bondades, y no los abandonaste.


El Se or es bondadoso y compasivo, lento a la ira y grande en sus favores.


Mas él, enternecido, cubr a su pecado y no los destru a, reteniendo su ira muchas veces, no dejando avivar todo su enojo,


Pero tú, Se or, eres el Dios piadoso y compasivo, paciente, amable y fiel.


Tú eres bueno, Se or, e indulgente, generoso en favores para todo el que te invoca.


¿Cómo podré yo abandonarte, Efra n; cómo entregarte, Israel? ¿Cómo podré yo dejarte como a Admá, ni hacerte semejante a Sebo n? Mi corazón se remueve dentro de m, a la vez que se conmueven mis entra as.


Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compa eros que le deb a cien denarios; y, agarrándolo por el cuello, casi lo ahogaba mientras le dec a: '¡Paga lo que debes!'.


El se or, entonces, lo mandó llamar a su presencia y le dijo: '¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné, porque me lo suplicaste.


Como no pod an pagarle, a los dos les perdonó la deuda. ¿Cuál de ellos le estará más agradecido?'.


Simón le respondió: 'Supongo que aquel a quien más perdonó'. Entonces él le dijo: 'Bien has juzgado'.


Retiraron entonces a los dioses extra os de en medio de ellos y sirvieron a Yahveh, quien no pudo ya soportar las penalidades de Israel.