Dijo él: 'Bien; sea desde ahora como dec s. Aquel a quien se le encuentre será mi esclavo; pero los demás quedaréis libres'.
Mateo 18:24 - Biblia Castilian 2003 Cuando comenzó a saldarlas, le presentaron a uno que le deb a diez mil talentos. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Biblia Nueva Traducción Viviente En el proceso, le trajeron a uno de sus deudores que le debía millones de monedas de plata. Biblia Católica (Latinoamericana) y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro. La Biblia Textual 3a Edicion Y cuando comenzó a arreglarlas, le fue presentado uno que debía diez mil talentos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando comenzó a saldarlas, le presentaron a uno que le debía diez mil talentos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzando a hacer cuentas, le fue traído uno que le debía diez mil talentos. |
Dijo él: 'Bien; sea desde ahora como dec s. Aquel a quien se le encuentre será mi esclavo; pero los demás quedaréis libres'.
y entregaron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos de oro, diez mil dáricos, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce y cien mil talentos de hierro.
y dije: '¡Dios m o! Me siento avergonzado y confuso al levantar, oh Dios m o, mi rostro hacia ti. Porque nuestras iniquidades se han multiplicado hasta por encima de nuestras cabezas, y nuestro pecado ha crecido hasta el cielo.
No hay en mi carne parte sana, a causa de tu enojo; no hay reposo en mis huesos, debido a mis pecados.
Y tú, Se or, no retires de m tu bienquerencia: que siempre me preserven tu gracia y tu verdad.
A propósito de esto: el reino de los cielos se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus siervos.
Pero, como no ten a con qué pagar, mandó el se or que lo vendieran, con su mujer y sus hijos y todo cuanto ten a, y que as se liquidara la deuda.
a uno le entregó cinco talentos, al otro dos, y al tercero uno, a cada cual según su capacidad; y se fue. Inmediatamente,
el que hab a recibido cinco talentos, negoció con ellos y ganó otros cinco;
Se acercó el que hab a recibido los cinco talentos y presentó otros cinco, diciendo: 'Se or, cinco talentos me entregaste mira, he ganado otros cinco'.
Se le acercó también el de los dos talentos y dijo: 'Se or, dos talentos me entregaste; mira, he ganado otros dos'.
Se acercó también el que hab a recibido un solo talento y dijo: 'Se or, yo sé que eres hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.
Y de aquellos dieciocho sobre los cuales se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
Y llamando uno por uno a los deudores de su se or, le preguntó al primero: '¿Cuánto debes a mi se or?'.
Después preguntó a otro: 'Y tú, ¿cuánto debes?'. Éste contestó: 'Cien medidas de trigo'. Él le dice: 'Toma tu recibo y escribe que son ochenta.'