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Mateo 17:6 - Biblia Castilian 2003

Al o r esto los disc pulos, cayeron rostro en tierra y quedaron sobrecogidos de espanto.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Los discípulos estaban aterrados y cayeron rostro en tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Al oír la voz, los discípulos se echaron al suelo, llenos de miedo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y los discípulos, al oírlo, cayeron sobre sus rostros y temieron en gran manera.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Al oír esto los discípulos, cayeron rostro en tierra y quedaron sobrecogidos de espanto.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y oyendo esto los discípulos, cayeron sobre sus rostros, y temieron en gran manera.

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Lòt tradiksyon



Mateo 17:6
14 Referans Kwoze  

David alzó los ojos y vio al ángel de Yahveh que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en la mano, extendida sobre Jerusalén. David y los ancianos, cubiertos de saco, cayeron rostro en tierra.


Me levanté, sal a la llanura y vi que estaba all parada la gloria de Yahveh como la gloria que yo hab a visto a la orilla del r o Quebar. Y ca rostro en tierra.


La visión que yo vi era como la visión que yo hab a visto cuando vino a destruir la ciudad. En los detalles era como la visión que yo hab a visto junto al r o Quebar. Y ca rostro en tierra.


Vino hacia m y, cuando se acercó, me sent atemorizado y ca rostro en tierra. Él me dijo: 'Debes entender, hijo de hombre; que la visión se refiere al tiempo del fin'.


Un fuego salió de delante de Yahveh, que devoró el holocausto y las grasas de encima del altar. Al verlo, todo el pueblo lanzó gritos de júbilo y se postraron rostro en tierra.


Todav a estaba él hablando cuando una nube luminosa los envolvió y de la nube salió una voz que dec a: 'Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido; escuchadle'.


Entonces se acercó Jesús, los tocó y les dijo: 'Levantaos y no tengáis miedo'.


Ca a tierra y o una voz que me dec a: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?'.


Ca mos a tierra todos, y o una voz que me dec a en dialecto hebreo: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Duro es para ti dar coces contra el aguijón'.


Nosotros o mos esta voz dirigida desde el cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.


Cuando la llama sub a del altar hacia el cielo, el ángel de Yahveh se elevó también en la llama del altar. Al verlo, Manóaj y su mujer cayeron rostro en tierra.


Dijo, pues, Manóaj a su mujer: 'Ciertamente vamos a morir, pues hemos visto a Dios'.