Mateo 15:6 - Biblia Castilian 2003 ya no tiene que honrar a su padre o a su madre', y as habéis anulado la palabra de Dios por esa tradición vuestra. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Biblia Nueva Traducción Viviente De esta manera, ustedes afirman que no hay necesidad de honrar a los padres; y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición. Biblia Católica (Latinoamericana) En este caso, según ustedes, una persona queda libre de sus deberes para con su padre y su madre. Y es así como ustedes anulan el mandamiento de Dios en nombre de sus tradiciones. La Biblia Textual 3a Edicion de ningún modo tendrá que honrar° a su padre.° Así habéis invalidado la palabra° de Dios por vuestra tradición. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ya no tiene que honrar a su padre o a su madre', y así habéis anulado la palabra de Dios por esa tradición vuestra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y no honra a su padre o a su madre, será libre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. |
¿Cómo podéis decir: somos sabios, y la ley de Yahveh está con nosotros? Pero es cierto que en mentira la ha convertido la pluma mentirosa de los escribas.
Perece mi pueblo por falta de sabidur a. Porque tú has rechazado la sabidur a, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.
Pero vosotros afirmáis: 'Si uno dice al padre o a la madre: aquello con que yo pudiera ayudarte lo declaro ofrenda sagrada,
de manera que anuláis la palabra de Dios por esa tradición vuestra que vosotros habéis transmitido. Y hacéis otras muchas cosas por el estilo'.
Entonces, ¿anulamos la ley por la fe? ¡Ni pensarlo! Al contrario: concedemos a la ley su auténtico valor.
Si algún creyente tiene viudas en la famil a, que se encargue de ellas, para no sobrecargar a la Iglesia, de suerte que ésta pueda atender a las auténticas viudas.
Pues el que no mira por los suyos, y en particular por los de su familia, ha renunciado a la fe y es peor que el no creyente.