¿No le han contado a mi se or lo que hice cuando Jezabel asesinaba a los profetas de Yahveh? Yo escond en unas cavernas a cien profetas de Yahveh en dos grupos de cincuenta y les proporcioné pan y agua.
Mateo 14:8 - Biblia Castilian 2003 Ella, instigada por su madre, le dijo: 'Dame aqu, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Ella, instruida primero por su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. Biblia Nueva Traducción Viviente Presionada por su madre, la joven dijo: «Quiero en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista». Biblia Católica (Latinoamericana) La joven, a instigación de su madre, le respondió: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista. La Biblia Textual 3a Edicion Y ella, instigada por su madre, dice: ¡Dame ahora mismo° la cabeza de Juan el Bautista en un trinchero!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella, instigada por su madre, le dijo: 'Dame aquí, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ella, siendo instruida primero de su madre, dijo: Dame aquí en un plato la cabeza de Juan el Bautista. |
¿No le han contado a mi se or lo que hice cuando Jezabel asesinaba a los profetas de Yahveh? Yo escond en unas cavernas a cien profetas de Yahveh en dos grupos de cincuenta y les proporcioné pan y agua.
pues cuando Jezabel intentó exterminar a los profetas de Yahveh, Abd as recogió a cien profetas, los escondió en unas cavernas en dos grupos de cincuenta y les proveyó de pan y de agua.
Entonces Jezabel envió un mensajero a El as con este aviso: 'Esto me hagan los dioses y esto me a adan, si ma ana a estas horas no hago contigo igual que se hizo con cada uno de aquéllos'.
Al ver Atal a, madre de Ocoz as, que su hijo hab a muerto, exterminó a toda la estirpe real.
He aqu el inventario: treinta bandejas de oro, mil bandejas de plata, veintinueve cuchillos,
Su ofrenda consist a en una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso y una escudilla de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Para su ofrenda trajo una fuente de plata de ciento treinta siclos de peso y una escudilla de plata de setenta siclos, según el peso del siclo del santuario, ambas llenas de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Trajeron su cabeza en una bandeja, se la entregaron a la muchacha, y ella se la llevó a su madre.
El rey se puso muy triste; pero por haberlo jurado, y por los comensales, ordenó que se la dieran,
Salió ella y preguntó a su madre: '¿Qué pido?'. Ella contestó: 'La cabeza de Juan el Bautista'.
En seguida entró la muchacha a toda prisa ante el rey y le hizo esta petición: 'Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista'.
trajo la cabeza en una bandeja y se la dio a la muchacha; y la muchacha, se la entregó a su madre.