(7a) As dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos:
Mateo 13:57 - Biblia Castilian 2003 Y les parec a escandaloso. Pero Jesús les dijo: 'A un profeta sólo lo desprecian en su tierra y en su casa'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa. Biblia Nueva Traducción Viviente Se sentían profundamente ofendidos y se negaron a creer en él. Entonces Jesús les dijo: «Un profeta recibe honra en todas partes menos en su propio pueblo y entre su propia familia». Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús les dijo: 'Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su patria y en su propia familia. La Biblia Textual 3a Edicion Y se escandalizaban a causa° de Él. Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su° tierra y en su casa.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y les parecía escandaloso. Pero Jesús les dijo: 'A un profeta sólo lo desprecian en su tierra y en su casa'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y se escandalizaban en Él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su tierra y en su casa. |
(7a) As dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos:
despreciado y abandonado de los hombres, varón de dolores, familiarizado con la dolencia, como aquél ante quien se tapa el rostro, despreciado, de modo que no le hicimos caso.
Él será causa de intriga, piedra de escándalo, roca de tropiezo para las dos casas de Israel; trampa y red para los habitantes de Jerusalén.
Oyó hablar el rey Herodes de Jesús, pues su nombre se hab a hecho célebre, y se dec a: 'Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos; por eso acontecen en él esos milagros'.
¿No es éste el carpintero, el hijo de Mar a, y hermano de Santiago y de José, de Judas y de Simón? ¿Y no viven sus hermanas aqu entre nosotros?'. Y les parec a escandaloso.
Entonces Jesús les dec a: 'A un profeta sólo lo desprecian en su tierra, entre sus parientes y en su casa'.
Porque Jesús mismo hab a declarado que ningún profeta tiene prestigio en su propia patria.
Y dec an: '¿Acaso no es éste Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre ¿Pues cómo dice ahora: 'Yo he bajado del cielo'?'.
Pero Jesús, conociendo interiormente que sus disc pulos estaban murmurando de ello, les dijo: '¿Y esto os escandaliza?