Mateo 13:54 - Biblia Castilian 2003 Y, llegado a su tierra, les ense aba en la sinagoga, de modo que se quedaron sorprendidos y dec an: '¿Pero de dónde le vienen a éste esa sabidur a y esos milagros? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene este esta sabiduría y estos milagros? Biblia Nueva Traducción Viviente Regresó a Nazaret, su pueblo. Cuando enseñó allí en la sinagoga, todos quedaron asombrados, y decían: «¿De dónde saca esa sabiduría y el poder para hacer milagros?». Biblia Católica (Latinoamericana) Un día se fue a su pueblo y enseñó a la gente en su sinagoga. Todos quedaban maravillados y se preguntaban: '¿De dónde le viene esa sabiduría? ¿Y de dónde esos milagros?' La Biblia Textual 3a Edicion Y llegando a su propia tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de manera que quedaban atónitos, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos poderes° milagrosos? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y, llegado a su tierra, les enseñaba en la sinagoga, de modo que se quedaron sorprendidos y decían: '¿Pero de dónde le vienen a éste esa sabiduría y esos milagros? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban atónitos, y decían: ¿De dónde tiene Éste esta sabiduría y estos milagros? |
y se fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret. Se cumplió as lo anunciado por los profetas: que ser a llamado Nazareno.
Recorr a toda Galilea, ense ando en las sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando en el pueblo toda enfermedad y toda dolencia.
Cuando acabó Jesús estos discursos, la gente se quedó maravillada de su manera de ense ar;
Todos los que lo o an se quedaban asombrados de su talento y de sus respuestas.
Entonces Pablo y Bernabé dijeron con firme entereza: 'A vosotros ten amos que dirigir primero la palabra de Dios; pero en vista de que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles.
Viendo la entereza de Pedro y de Juan, y habiendo comprobado que eran hombres iletrados y del vulgo, se maravillaban. Reconoc an que eran compa eros de Jesús.
Y todos los que lo conoc an de antes, al verlo arrebatado de entusiasmo en medio de los profetas, se preguntaban unos a otros: '¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl entre los profetas?'.