No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.
Mateo 12:30 - Biblia Castilian 2003 Quien no está conmigo, está contra m; y quien conmigo no recoge, desparrama. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. Biblia Nueva Traducción Viviente »El que no está conmigo, a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en realidad, trabaja en mi contra. Biblia Católica (Latinoamericana) El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. La Biblia Textual 3a Edicion El que no está conmigo, está contra mí,° y el que conmigo no recoge, desparrama. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien no está conmigo, está contra mí; y quien conmigo no recoge, desparrama. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que no es conmigo, contra mí es, y el que conmigo no recoge, desparrama. |
No se apartará de Judá el cetro, ni de entre sus pies el bastón de mando, hasta que se le ofrezca el tributo y los pueblos le obedezcan.
¿Quién se yergue por m contra el malvado y se pone a mi lado contra los fautores de maldad?
Uno es pródigo y aumenta su caudal; otro ahorra sin medida y se empobrece.
¿Cómo puede alguien entrar en la casa de un hombre fuerte y saquearla, si primero no logra atarlo? Sólo entonces le saqueará la casa.
Nadie puede servir a dos se ores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.
Quien no está conmigo, está contra m; y quien conmigo no recoge, desparrama.
Pero Jesús le contestó: 'No se lo impidáis: que quien no está contra vosotros, a favor vuestro está'.
y no por la nación sola, sino también para reunir juntos a los hijos de Dios que estaban dispersos.
Pero si os parece mal servir a Yahveh, escoged a quién habéis de servir: a los dioses a los que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del r o, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis. Yo y mi casa serviremos a Yahveh'.
Estando Josué cerca de Jericó, levantó sus ojos y vio delante de s a un hombre que estaba de pie, con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: '¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?'.
De nosotros salieron, pero no eran de nosotros. Si hubieran sido de nosotros se habr an quedado con nosotros. Sin embargo, con esto se ha puesto en claro que no todos son de los nuestros.