y bendijo a Abrán diciéndole: 'Bendito sea Abrán del Dios Alt simo, creador del cielo y de la tierra.
Mateo 11:25 - Biblia Castilian 2003 En aquella ocasión tomó Jesús la palabra y exclamó: 'Yo te bendigo, Padre, Se or del cielo y de la tierra; porque has ocultado estas cosas a sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. Biblia Nueva Traducción Viviente En esa ocasión, Jesús hizo la siguiente oración: «Oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, gracias por esconder estas cosas de los que se creen sabios e inteligentes, y por revelárselas a los que son como niños. Biblia Católica (Latinoamericana) En aquella ocasión Jesús exclamó: 'Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has mantenido ocultas estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, pues así fue de tu agrado. La Biblia Textual 3a Edicion En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de sabios y entendidos, y las revelaste a los niños. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquella ocasión tomó Jesús la palabra y exclamó: 'Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra; porque has ocultado estas cosas a sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En aquel tiempo, respondió Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. |
y bendijo a Abrán diciéndole: 'Bendito sea Abrán del Dios Alt simo, creador del cielo y de la tierra.
Respondió Abrán al rey de Sodoma: 'Alzo mi mano a Yahveh, Dios Alt simo, creador del cielo y de la tierra,
Y Ezequ as oró as en presencia de Yahveh: '¡Oh Yahveh, Dios de Israel, que moras sobre los querubines! Tú eres el único Dios de todos los reinos de la tierra; tú eres el que ha hecho el cielo y la tierra.
Ahora, pues, oh Dios nuestro, te celebramos, y alabamos tu nombre glorioso.
Oh Yahveh, Se or nuestro, ¡cuán grandioso es tu nombre sobre toda la tierra! Sobre los cielos mismos tu majestad se eleva.
As dice Yahveh: 'El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué templo me edificaréis y cuál el lugar de mi descanso?
A ti, Dios de mis padres, alabo y ensalzo, porque me has dado sabidur a y poder, me has revelado lo que te hemos pedido y me descubres el enigma del rey'.
Jesús le respondió: 'Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás; porque ni la carne ni la sangre te lo ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos.
y le dijeron: '¿Oyes lo que están diciendo éstos?'. Pero Jesús les responde: 'S. ¿No habéis le do nunca que De la boca de párvulos y ni os y de infantes te has procurado alabanza?'.
as: '¡Padre, si quieres, aparta de m este cáliz! Sin embargo, no se haga mi voluntad, sino la tuya'. [
Jesús dec a: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen'. Luego se repartieron sus vestidos echando suertes.
Quitaron, pues, la losa. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: 'Padre, te doy gracias por haberme escuchado.
'Ahora mi alma se encuentra turbada. ¿Voy a decir: 'Padre, sálvame de esta hora?'. ¡Si precisamente para esto he llegado a esta hora!
¡Padre, glorifica tu nombre!'. Una voz del cielo llegó entonces: 'Ya lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo'.
El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo, como es, se or de cielo y tierra, no habita en templos hechos a mano,
Pero a nosotros nos lo ha revelado Dios por el Esp ritu; porque el Esp ritu lo explora todo, aun las profundidades de Dios.
Pero se les embotó la inteligencia. Porque hasta el d a de hoy, en la lectura del Antiguo Testamento, sigue sin descorrerse el mismo velo, porque éste sólo en Cristo queda destruido.
El ni o Samuel estaba al servicio de Yahveh y llevaba ce ido un efod de lino.