si no les hace caso, d selo a la comunidad. Y si tampoco a la comunidad le hace caso, sea para ti como un pagano o un publicano.
Mateo 10:3 - Biblia Castilian 2003 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano, Santiago, el de Alfeo, y Tadeo; Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, Biblia Nueva Traducción Viviente Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo (el cobrador de impuestos), Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo, Biblia Católica (Latinoamericana) Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo;' La Biblia Textual 3a Edicion Felipe y Bartolomé,° Tomás y Mateo el publicano, Jacobo, el de Alfeo,° y Tadeo;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano, Santiago, el de Alfeo, y Tadeo; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Felipe, y Bartolomé; Tomás, y Mateo el publicano; Jacobo el hijo de Alfeo, y Lebeo, por sobrenombre Tadeo, |
si no les hace caso, d selo a la comunidad. Y si tampoco a la comunidad le hace caso, sea para ti como un pagano o un publicano.
Entre ellas estaba Mar a Magdalena, Mar a la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Cuando Jesús se marchaba de all, vio a un hombre llamado Mateo, sentado en su despacho de cobrador de impuestos, y le dijo: 'S gueme'. Él se levantó y lo siguió.
Hab a además unas mujeres que miraban desde lejos, entre las cuales estaban también Mar a Magdalena, Mar a, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé,
Al pasar, vio a Lev, el de Alfeo, sentado en su despacho de cobrador de impuestos, y le dice: 'S gueme'. Y él se levantó y lo siguió.
Andrés y Felipe, Bartolomé y Mateo, Tomás y Santiago el de Alfeo, Tadeo y Simón el Cananeo;
'Dos hombres subieron al templo para orar: el uno era fariseo y el otro publicano.
El fariseo, erguido, oraba as en su interior: '¡Oh Dios! Gracias te doy, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano.
En cambio, el publicano se quedó a distancia y ni siquiera se atrev a a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! Ten misericordia de m, que soy pecador'.
Hab a all un hombre, llamado Zaqueo, muy rico, que era jefe de publicanos.
Después de esto, al salir, vio a un publicano, llamado Lev, en su despacho de cobrador de impuestos, y le dijo: 'S gueme'.
D cele Natanael: '¿De dónde me conoces?'. Jesús le contestó: 'Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, ya te vi'.
Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus condisc pulos: 'Vamos también nosotros a morir con él'.
Judas, no el Iscariote, le pregunta: 'Se or, ¿y cómo es eso de que te has de manifestar a nosotros y no al mundo?'.
D cele Tomás: 'Se or, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino?'.
Jesús le contesta: 'Llevo tanto tiempo con vosotros, ¿y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a m, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: 'Muéstranos al Padre'?
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus disc pulos.
Entraron y subieron a la habitación donde se alojaban Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón de Zelotes y Judas el de Santiago.
Él hizo se as con la mano para que se callaran, les refirió cómo el Se or le hab a sacado de la cárcel y a adió: 'Contádselo a Santiago y a los hermanos'. Salió y se fue a otro lugar.
Cuando acabaron su informe, tomó la palabra Santiago y dijo: 'O dme, hermanos.
Al d a siguiente, fue Pablo con nosotros a ver a Santiago. Se hab an reunido todos los ancianos.
pero no vi a ningún otro apóstol, sino solamente a Santiago, el hermano del Se or.
y reconociendo la gracia que se me hab a dado, Santiago y Cefas y Juan, los considerados como columnas, nos dieron la mano en se al de comunión a m y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a los circuncisos.
Santiago, siervo de Dios y del Se or Jesucristo, a las doce tribus en la diáspora: salud.
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados, amados en Dios Padre y guardados en Jesucristo: