Marcos 9:2 - Biblia Castilian 2003 Seis d as después toma Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, y los conduce a un monte alto, aparte, a ellos solos. Y se transfiguró delante de ellos, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. Biblia Nueva Traducción Viviente Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a una montaña alta para estar a solas. Mientras los hombres observaban, la apariencia de Jesús se transformó, Biblia Católica (Latinoamericana) Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y los llevó a ellos solos a un monte alto. A la vista de ellos su aspecto cambió completamente. La Biblia Textual 3a Edicion Seis días después, Jesús toma consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los lleva solos aparte a un monte alto, y fue transfigurado° delante de ellos.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Seis días después toma Jesús a Pedro, a Santiago y a Juan, y los conduce a un monte alto, aparte, a ellos solos. Y se transfiguró delante de ellos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y seis días después Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los sacó solos aparte a un monte alto; y fue transfigurado delante de ellos. |
Subió, pues, Ajab a comer y a beber, en tanto que El as subió a la cima del Carmelo y, postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
Se levantó Moisés con Josué, ayudante de Moisés, y subió Moisés al monte de Dios.
A un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, y verán un vast simo pa s.
Creció como un pimpollo ante él, como una ra z en tierra seca. No ten a forma ni belleza para que nos fijáramos en él, ni aspecto para que le apreciáramos;
Cuando Jesús recibió esta noticia, se alejó de all a solas en una barca a un lugar desierto. Pero, al enterarse la gente, lo siguieron por tierra desde las ciudades.
Luego toma consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, y comenzó a sentir terror y angustia;
Después de esto se manifestó, bajo otra figura, a dos de ellos, que iban de camino y se dirig an a un caser o;
Y no permitió que nadie lo acompa ara, fuera de Pedro, de Santiago y de Juan, el hermano de Santiago.
Por aquellos d as, salió hacia el monte para orar y pasó la noche en oración ante Dios.
Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros. Nosotros vimos su gloria, gloria como de Hijo único que viene del Padre, lleno de gracia y de verdad.
No os amoldéis a las normas del mundo presente, sino procurad transformaros por la renovación de la mente, a fin de que logréis discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo agradable, lo perfecto.
Voy a visitaros por tercera vez. La causa debe apoyarse en el testimonio de dos o tres testigos.
el cual transfigurará el cuerpo de esta humilde condición nuestra, conformándolo al cuerpo de su condición gloriosa, según la eficacia de su poder, para someter a su dominio todas las cosas.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.