Y a ad a: 'El que tenga o dos para o r, que oiga'.
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
Luego les dijo: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».
Y Jesús agregó: El que tenga oídos para oír, que escuche.
Y decía: El que tiene oídos para oír, oiga.
Y añadía: 'El que tenga oídos para oír, que oiga'.
Y les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
El que tenga o dos, que oiga.
El que tenga o dos, que oiga'.
Y llamando junto a s al pueblo, les dijo: 'O d y entended:
Cuando se quedó a solas, los que le rodeaban, juntamente con los Doce, le preguntaban a propósito de las parábolas.
'Escuchad: salió el sembrador a sembrar.
Y el resto cayó en tierra buena; fue creciendo y granando, hasta dar fruto que llegó: uno al treinta por uno, otro al sesenta y otro al ciento'.
Mirad, pues, cómo escucháis: porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun aquello que parece tener se le quitará'.
Quien tenga o dos, oiga lo que dice el Esp ritu a las Iglesias. El que venza, no sufrirá da o de la muerte segunda'.
Quien tenga o dos, oiga lo que el Esp ritu dice a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida que está en el para so de Dios'.
El que tenga o dos, oiga lo que el Esp ritu dice a las Iglesias'.