Si se prendare el rey de tu hermosura, ya que él es tu se or, póstrate ante él.
Marcos 3:8 - Biblia Castilian 2003 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los contornos de Tiro y Sidón. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. Biblia Nueva Traducción Viviente Jerusalén, Idumea, del oriente del río Jordán y de lugares tan al norte como Tiro y Sidón. Las noticias sobre sus milagros corrían por todas partes, y una enorme cantidad de personas llegó para verlo. Biblia Católica (Latinoamericana) de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de las tierras de Tiro y de Sidón, muchísima gente venía a verlo con sólo oír todo lo que hacía. La Biblia Textual 3a Edicion de Jerusalem, de Idumea y de más allá del Jordán, y una gran multitud de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo todas las cosas que hacía, acudió a Él. Biblia Serafín de Ausejo 1975 de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán y de los contornos de Tiro y Sidón. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y de Jerusalén, y de Idumea, y del otro lado del Jordán, y los de alrededor de Tiro y de Sidón, una gran multitud, que oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a Él. |
Si se prendare el rey de tu hermosura, ya que él es tu se or, póstrate ante él.
'Yo cuento a Ráhab y a Babel entre los que me conocen; tirios y filisteos e incluso et opes han nacido all '.
Porque está ebria mi espada en los cielos. Mirad: baja contra Edom, contra el pueblo condenado por m al exterminio.
Como tú te alegraste a causa de la casa de Israel porque estaba desolada, eso mismo haré yo de ti. Serás desolada, monta a de Se r, lo mismo que Edom todo entero; y sabrán que yo soy Yahveh.'
Por eso, as dice el Se or Yahveh: 'S, hablo en mi ardiente celo contra las demás naciones y contra Edom entero, porque se han apropiado mi pa s con pleno regocijo de corazón y con desprecio en el alma para depredar sus pastizales'.
'¡Ay de ti, Coraza n! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque, si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los mismos milagros que en vosotras, ya hace tiempo que, cubiertas de cilicio y en ceniza, se habr an convertido.
Le segu a una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán.
Partió de all y se dirigió a los territorios de Tiro. Entró en una casa y quer a que nadie lo supiera, pero no consiguió pasar inadvertido;
Salió de los territorios de Tiro y, a través de Sidón, nuevamente se dirigió hacia el mar de Galilea, en pleno territorio de la Decápolis.
Cuando bajó con ellos, se detuvo en una explanada, donde hab a un grupo numeroso de disc pulos suyos, y una gran multitud del pueblo, de toda Judea y Jerusalén, y del litoral de Tiro y Sidón,
La parte que le tocó en suerte a la tribu de los hijos de Judá, según sus clanes, llegaba a la frontera de Edom, en el desierto de Sin, hacia el Negueb, en el extremo meridional.
Las ciudades comprendidas en los confines de la tribu de Judá hacia la frontera de Edom, en el Negueb, eran: Cabseel, Éder, Yagur,