se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,
Marcos 3:5 - Biblia Castilian 2003 Y mirándolos en torno con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: 'Extiende la mano'. Él la extendió, y la mano se le quedó sana. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban, profundamente entristecido por la dureza de su corazón. Entonces le dijo al hombre: «Extiende la mano». Así que el hombre la extendió, ¡y la mano quedó restaurada! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Jesús paseó sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por su ceguera, y dijo al hombre: 'Extiende la mano. El paralítico la extendió y su mano quedó sana. La Biblia Textual 3a Edicion Y mirándolos en derredor con enojo, profundamente entristecido por la dureza de sus corazones,° dice al hombre: Extiende la mano; y él la extendió, y quedó restablecida su mano. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y mirándolos en torno con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: 'Extiende la mano'. Él la extendió, y la mano se le quedó sana. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra. |
se arrepintió Yahveh de haber hecho al hombre en la tierra, se dolió en su corazón,
Entonces el rey, tomando la palabra dijo al varón de Dios: 'Implora, por favor, a Yahveh, tu Dios, e intercede por m, para que mi mano vuelva hacia m '. Imploró el varón de Dios a Yahveh, y al punto la mano del rey se volvió hacia él y quedó como hab a estado antes.
Esto me disgustó tanto que arrojé todos los enseres de la casa de Tob as fuera del aposento,
Por cuarenta a os aquella generación me disgustó, y dije: 'Un pueblo es éste de perverso corazón'. Mas ellos no aprendieron mis caminos.
Y le dijo a aquel hombre: 'Extiende tu mano'. Él la extendió, y se le quedó tan sana como la otra.
Luego les dice: '¿Es l cito en sábado hacer bien o hacer mal; salvar una vida o dejarla perecer?'. Pero ellos guardaban silencio.
Pero el Se or le contestó: '¡Hipócritas! ¿Acaso cualquiera de vosotros, en sábado, no desata del pesebre su buey o su asno, para llevarlo a beber?
Cuando él los vio, les dijo: 'Id a presentaros a los sacerdotes'. Y mientras iban, quedaron limpios.
Y mirando en torno a todos ellos, dijo al hombre: 'Extiende tu mano'. Él lo hizo, y se le curó la mano.
y le dijo: 'Ve a lavarte a la piscina de Siloé', que significa 'Enviado'. Fue, pues, y se lavó: y cuando volvió, ya pod a ver.
No quiero, hermanos, para que no presumáis de vosotros mismos, que ignoréis este misterio: que el endurecimiento parcial de Israel se prolongará hasta que entre la totalidad de los gentiles.
Pero se les embotó la inteligencia. Porque hasta el d a de hoy, en la lectura del Antiguo Testamento, sigue sin descorrerse el mismo velo, porque éste sólo en Cristo queda destruido.
que están entenebrecidos en su pensamiento, ajenos a la vida de Dios a causa de la ignorancia que hay en ellos, derivada del endurecimiento de su corazón;
Si os indignáis, no lleguéis a pecar: no se ponga el sol sobre vuestra ira,
Y no disgustéis al Esp ritu Santo de Dios, en el cual fuisteis sellados para el d a de la redención.
durante cuarenta a os. Por eso aquella generación me disgustó y dije: 'Siempre andan desviados en sus corazones, y no aprendieron mis caminos'.
¿Y contra quiénes se irritó Dios durante cuarenta a os ? ¿No fue contra los que pecaron, cuyos cadáveres quedaron tendidos por el desierto ?
y llevado a la consumación, se convirtió, para los que le obedecen, en causa de salvación eterna,
Y dicen a los montes y a los riscos: ' Caed sobre nosotros y ocultadnos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero'.
Retiraron entonces a los dioses extra os de en medio de ellos y sirvieron a Yahveh, quien no pudo ya soportar las penalidades de Israel.
Entonces Jonatán se levantó de la mesa encolerizado y sin haber probado bocado aquel segundo d a del novilunio, porque estaba afligido por el ultraje que su padre hab a hecho a David.