Yo sé, oh Dios m o, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; por eso con rectitud de corazón te he ofrecido espontáneamente todo esto, y ahora veo con alegr a que tu pueblo, aqu presente, te ofrece por su propia voluntad sus dones.
Marcos 2:8 - Biblia Castilian 2003 Pero, conociendo al momento Jesús en su esp ritu que pensaban as en su interior les dice: '¿Por qué pensáis tales cosas en vuestro corazón? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? Biblia Nueva Traducción Viviente En ese mismo instante, Jesús supo lo que pensaban, así que les preguntó: «¿Por qué cuestionan eso en su corazón? Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús supo en su espíritu lo que ellos estaban pensando, y les dijo: '¿Por qué piensan así?' La Biblia Textual 3a Edicion Al instante, percibiendo Jesús en su espíritu que cavilaban de este modo, les dice: ¿Por qué caviláis estas cosas en vuestros corazones? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero, conociendo al momento Jesús en su espíritu que pensaban así en su interior les dice: '¿Por qué pensáis tales cosas en vuestro corazón? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al instante Jesús, conociendo en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? |
Yo sé, oh Dios m o, que tú sondeas los corazones y amas la rectitud; por eso con rectitud de corazón te he ofrecido espontáneamente todo esto, y ahora veo con alegr a que tu pueblo, aqu presente, te ofrece por su propia voluntad sus dones.
Abandone el imp o su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.
'As dice el Se or Yahveh: aquel d a te vendrán a la mente pensamientos y concebirás un proyecto malvado.
Al saberlo Jesús, se alejó de all. Muchos lo siguieron; y él a todos los curó,
Y penetrando Jesús sus pensamientos, dijo: '¿Por qué estáis pensando mal en vuestro corazón?
'¿Cómo este hombre habla as ? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados, sino uno, Dios?'.
¿Qué es más fácil: decir al paral tico: 'Perdonados te quedan tus pecados', o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda?'.
Porque de lo interior, del corazón de los hombres, proceden las malas intenciones, fornicaciones, robos, homicidios,
Pero él les dijo: '¿Por qué estáis turbados y por qué surgen dudas en vuestro corazón?
Conociendo Jesús sus pensamientos, les respondió: '¿Qué es lo que estáis pensando en vuestro corazón?
Pero él, que conoc a sus pensamientos, dijo al hombre que ten a la mano seca: 'Levántate y ponte aqu delante'. Él se levantó y se puso all.
Por tercera vez le pregunta: 'Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?'. Pedro sintió pena cuando Jesús le dijo por tercera vez '¿me quieres?' y le respondió: 'Se or, tú lo sabes todo, tú conoces bien que te quiero'. D cele Jesús: 'Apacienta mis ovejas.
Pero hay entre vosotros algunos que no creen'. Efectivamente, Jesús sab a ya desde el principio quiénes eran los que no cre an y quién era el que lo iba a entregar.
Pedro le dijo: 'Anan as, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón impulsándote a enga ar al Esp ritu Santo y a guardarte una parte del precio del campo?
Arrepiéntete, pues, de éste tu pecado, y ruega al Se or a ver si se te perdona este mal pensamiento de tu corazón;
Nada creado está oculto a su presencia: todo está desnudo y patente a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.
A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entra as. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.