Los que dicen: '¡Quédate ah, no te acerques a m que te santificar a!'. Éstos son humo que excita mi cólera, fuego que arde todo el d a.
Marcos 2:16 - Biblia Castilian 2003 Los escribas y fariseos, al ver que com a con pecadores y publicanos, dec an a sus disc pulos: '¿Pero es que come con publicanos y pecadores?'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los maestros de la ley religiosa, que eran fariseos, lo vieron comer con los cobradores de impuestos y otros pecadores, preguntaron a los discípulos: «¿Por qué come con semejante escoria?». Biblia Católica (Latinoamericana) maestros de la Ley del grupo de los fariseos y, al verlo sentado a la misma mesa con pecadores y cobradores de impuestos, dijeron a los discípulos: '¿Qué es esto? ¡Está comiendo con publicanos y pecadores!' La Biblia Textual 3a Edicion los escribas de los fariseos,° viendo que comía° con los pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: ¿Con publicanos y pecadores come?° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los escribas y fariseos, al ver que comía con pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: '¿Pero es que come con publicanos y pecadores?'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y los pecadores, dijeron a sus discípulos: ¿Qué es esto, que Él come y bebe con publicanos y pecadores? |
Los que dicen: '¡Quédate ah, no te acerques a m que te santificar a!'. Éstos son humo que excita mi cólera, fuego que arde todo el d a.
si no les hace caso, d selo a la comunidad. Y si tampoco a la comunidad le hace caso, sea para ti como un pagano o un publicano.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?
Los fariseos, al verlo, dec an a sus disc pulos: '¿Por qué vuestro Maestro come con publicanos y pecadores?'.
Estando luego a la mesa en casa de éste, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa con Jesús y con sus disc pulos, pues eran muchos los que le segu an.
'¿Cómo este hombre habla as ? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados, sino uno, Dios?'.
El fariseo, erguido, oraba as en su interior: '¡Oh Dios! Gracias te doy, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido'.
Al ver esto, todos murmuraban, comentando que hab a ido a hospedarse en casa de un pecador.
Los fariseos y sus escribas murmuraban y dec an a los disc pulos: '¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?'.
Se alzó, pues, un griter o inmenso. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fariseos y declararon con firmeza: 'No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado un esp ritu o un ángel?'.
Por el contrario, el hombre dotado de Esp ritu puede examinar todas las cosas, mientras que él no puede ser examinado por nadie.
Fijaos bien en él, que soportó tama a oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.