Penetró Moisés en el interior de la nube y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta d as y cuarenta noches.
Marcos 1:13 - Biblia Castilian 2003 Permaneció en el desierto cuarenta d as y Satanás lo puso a prueba. Estaba entre animales salvajes, y los ángeles le serv an. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. Biblia Nueva Traducción Viviente donde Jesús fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba a la intemperie entre los animales salvajes, y los ángeles lo cuidaban. Biblia Católica (Latinoamericana) Estuvo cuarenta días en el desierto y fue tentado por Satanás. Vivía entre los animales salvajes y los ángeles le servían. La Biblia Textual 3a Edicion Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás, y estaba con las fieras, y los ángeles lo servían. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Permaneció en el desierto cuarenta días y Satanás lo puso a prueba. Estaba entre animales salvajes, y los ángeles le servían. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. |
Penetró Moisés en el interior de la nube y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta d as y cuarenta noches.
Moisés se quedó con Yahveh cuarenta d as y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua, y escribió en las tablas las palabras de la alianza, las diez palabras.
¿O crees tú que no puedo acudir a mi Padre, que inmediatamente me enviar a más de doce legiones de ángeles?
Entonces fue llevado Jesús por el Esp ritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Jesús, lleno de Esp ritu Santo, regresó del Jordán; y bajo la acción del Esp ritu era llevado por el desierto
Al cabo de los cuarenta d as y cuarenta noches me dio Yahveh las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza,
Luego me postré ante Yahveh y, como antes, no com pan ni beb agua durante cuarenta d as y cuarenta noches, por todos los pecados que hab ais cometido al hacer el mal a los ojos de Yahveh hasta provocar su irritación.
Me postré, pues, delante de Yahveh y permanec as postrado aquellos cuarenta d as y cuarenta noches, pues Yahveh hablaba de exterminaros.
Sin lugar a dudas, grande es el misterio de la religión: Él ha sido manifestado en carne, justificado en esp ritu, visto por ángeles, proclamado entre gentiles, cre do en el mundo, ascendido en gloria.
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compartir el peso de nuestras debilidades, sino al contrario: tentado en todo, como semejante a nosotros, pero sin pecado.