A un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, y verán un vast simo pa s.
Lucas 9:29 - Biblia Castilian 2003 Y mientras estaba orando, el aspecto de su rostro se transformó y sus vestidos se volvieron de una blancura deslumbrante. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente. Biblia Nueva Traducción Viviente Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se transformó y su ropa se volvió blanca resplandeciente. Biblia Católica (Latinoamericana) Y mientras estaba orando, su cara cambió de aspecto y su ropa se volvió de una blancura fulgurante. La Biblia Textual 3a Edicion Y mientras oraba,° la apariencia de su rostro se volvió diferente, y su vestido, blanco resplandeciente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y mientras estaba orando, el aspecto de su rostro se transformó y sus vestidos se volvieron de una blancura deslumbrante. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestidura se hizo blanca y resplandeciente. |
A un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, y verán un vast simo pa s.
Creció como un pimpollo ante él, como una ra z en tierra seca. No ten a forma ni belleza para que nos fijáramos en él, ni aspecto para que le apreciáramos;
Y all se transfiguró delante de ellos: su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Después de esto se manifestó, bajo otra figura, a dos de ellos, que iban de camino y se dirig an a un caser o;
Mientras se bautizaba todo el pueblo y Jesús, ya bautizado, estaba en oración, se abrió el cielo,
Por aquellos d as, salió hacia el monte para orar y pasó la noche en oración ante Dios.
Y la Palabra se hizo carne y puso su morada entre nosotros. Nosotros vimos su gloria, gloria como de Hijo único que viene del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Y fija la vista en él, todos los que estaban sentados en el sanedr n vieron su rostro como el rostro de un ángel.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.