Descend an las aves de rapi a sobre los cadáveres, y Abrán las ahuyentaba.
Lucas 8:5 - Biblia Castilian 2003 'Salió el sembrador a sembrar su semilla. Y según iba sembrando, parte de la semilla cayó al borde del camino; fue pisoteada, y los pájaros del cielo se la comieron. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. Biblia Nueva Traducción Viviente «Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino, donde las pisotearon y los pájaros se las comieron. Biblia Católica (Latinoamericana) El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte del grano cayó a lo largo del camino, lo pisotearon y las aves del cielo lo comieron. La Biblia Textual 3a Edicion El sembrador salió a sembrar su semilla, y al sembrarla, una cayó junto al camino y fue pisoteada, y las aves del cielo la comieron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Salió el sembrador a sembrar su semilla. Y según iba sembrando, parte de la semilla cayó al borde del camino; fue pisoteada, y los pájaros del cielo se la comieron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. |
Descend an las aves de rapi a sobre los cadáveres, y Abrán las ahuyentaba.
Él les respondió: 'El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;
Vosotros sois la sal de la tierra; pero, si la sal pierde su sabor, ¿con qué salarla? Para nada vale ya, sino para arrojarla fuera y que la pise la gente.
Unos están al borde del camino; en ellos se ha sembrado la palabra; pero, apenas la oyen, viene Satanás y se lleva la palabra que fue sembrada en ellos.
Cuando se hab a reunido mucha gente, a la que se a ad a los que acud an a él de cada ciudad, les dijo mediante una parábola:
Otro poco cayó sobre la piedra; y, después de nacido, se secó, por no tener humedad.
Por eso tenemos que prestar la mayor atención a lo que hemos o do, para no extraviarnos.