El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús hab a curado en sábado, dirigiéndose al pueblo, dec a: 'Seis d as hay a la semana para trabajar; venid, pues, en ellos para ser curados, pero no precisamente en sábado'.
Lucas 8:41 - Biblia Castilian 2003 Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, echándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa, Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; Biblia Nueva Traducción Viviente Y un hombre llamado Jairo, líder de la sinagoga local, se acercó y cayó a los pies de Jesús mientras rogaba que lo acompañara a su casa. Biblia Católica (Latinoamericana) En esto se presentó un hombre, llamado Jairo, que era dirigente de la sinagoga. Cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa, La Biblia Textual 3a Edicion Y he aquí se presentó un varón cuyo nombre era Jairo, un principal de la sinagoga; y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que fuera a su casa, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, echándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y he aquí un varón llamado Jairo, que era príncipe de la sinagoga, vino, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; |
El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús hab a curado en sábado, dirigiéndose al pueblo, dec a: 'Seis d as hay a la semana para trabajar; venid, pues, en ellos para ser curados, pero no precisamente en sábado'.
y se postró ante los pies de Jesús, para darle las gracias. Precisamente éste era samaritano.
Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de m, Se or, que soy hombre pecador'.
porque ten a una hija única, de unos doce a os, que se estaba muriendo. Mientras iba andando, las gentes lo apretujaban.
Todav a estaba él hablando, cuando llega uno de casa del jefe de la sinagoga para avisar a éste: 'Ya ha muerto tu hija; no molestes más al maestro'.
Dijo Marta a Jesús: 'Se or, si hubieras estado aqu, no habr a muerto mi hermano.
Después de la lectura de la ley y de los profetas, les mandaron aviso los jefes de la sinagoga diciendo: 'Hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para el pueblo, decidla'.
Entonces echaron todos mano a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpeaban delante del tribunal, pero esto le tra a sin cuidado a Galión.
Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Se or con toda su casa, y muchos de los oyentes corintios cre an y se bautizaban.
Dada la proximidad entre Lida y Jope, y habiendo o do los disc pulos que Pedro estaba en aquella ciudad, le despacharon dos hombres con este ruego: 'No tardes en venir hasta nosotros'.
Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron ante el Cordero. Cada uno de ello ten a una citara y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo.