gente que mora en los sepulcros y en los escondites pernocta, que come carne de cerdo y pone en sus platos caldo de inmundicias.
Lucas 8:27 - Biblia Castilian 2003 Apenas él saltó a tierra, le salió al encuentro, procedente de la ciudad, un hombre que estaba pose do por demonios y que desde hac a bastante tiempo no se cubr a con ningún vestido ni viv a en casa alguna, sino en los sepulcros. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al llegar él a tierra, vino a su encuentro un hombre de la ciudad, endemoniado desde hacía mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras Jesús bajaba de la barca, un hombre que estaba poseído por demonios salió a su encuentro. Por mucho tiempo, había estado desnudo y sin hogar, y vivía entre las tumbas en las afueras de la ciudad. Biblia Católica (Latinoamericana) Acababa Jesús de desembarcar, cuando vino a su encuentro un hombre de la ciudad que estaba poseído por demonios. Desde hacía mucho tiempo no se vestía ni vivía en casa alguna, sino que habitaba en las tumbas. La Biblia Textual 3a Edicion Y al llegar a tierra, salió al encuentro cierto varón de la ciudad que tenía demonios,° y desde hacía mucho tiempo no se ponía vestido° ni vivía en casas, sino entre los sepulcros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Apenas él saltó a tierra, le salió al encuentro, procedente de la ciudad, un hombre que estaba poseído por demonios y que desde hacía bastante tiempo no se cubría con ningún vestido ni vivía en casa alguna, sino en los sepulcros. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llegando Él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad que tenía demonios por ya mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros. |
gente que mora en los sepulcros y en los escondites pernocta, que come carne de cerdo y pone en sus platos caldo de inmundicias.
Cualquiera que en pleno campo toque el cadáver de un hombre muerto a espada, o un muerto cualquiera, o huesos humanos, o un sepulcro, será impuro durante siete d as'.
Su fama se extendió por toda Siria. Le tra an a todos los que se sent an mal, aquejados de diversas enfermedades y dolores: endemoniados, epilépticos y paral ticos; y él los curaba.
Lléganse a Jesús y ven al endemoniado, el que hab a tenido toda aquella legión, sentado ya vestido y en su sano juicio. Y quedaron llenos de espanto.
Arribaron a la región de los gerasenos que está en la ribera opuesta de Galilea.
Cuando vio a Jesús, se echó a sus pies y dijo a grandes gritos: '¿Qué tienes tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Alt simo? Por favor, te ruego que no me atormentes'.
Se quitó sus vestidos y fue presa del mismo entusiasmo en presencia de Samuel. Luego quedó tendido en tierra, desnudo, durante todo el d a y toda la noche. Por eso se suele decir: '¿También Saúl entre los profetas?'.