Se traerá un poco de agua, os lavaréis los pies y os recostaréis debajo del árbol.
Lucas 7:38 - Biblia Castilian 2003 y, poniéndose detrás de él, a sus pies, y llorando, comenzó a ba árselos con lágrimas y con sus propios cabellos se los iba secando; luego los besaba y los ung a con el perfume. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Biblia Nueva Traducción Viviente Llorando, se arrodilló detrás de él a sus pies. Sus lágrimas cayeron sobre los pies de Jesús, y ella los secó con sus cabellos. No cesaba de besarle los pies y les ponía perfume. Biblia Católica (Latinoamericana) y se puso a llorar. Sus lágrimas empezaron a regar los pies de Jesús y ella trató de secarlos con su cabello. Luego le besaba los pies y derramaba sobre ellos el perfume. La Biblia Textual 3a Edicion y situándose detrás, llorando a sus pies, comenzó a regar sus pies con las lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, y besaba fervientemente sus pies y los ungía con el perfume.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, poniéndose detrás de él, a sus pies, y llorando, comenzó a bañárselos con lágrimas y con sus propios cabellos se los iba secando; luego los besaba y los ungía con el perfume. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y estando detrás de Él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas, y los enjugaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. |
Se traerá un poco de agua, os lavaréis los pies y os recostaréis debajo del árbol.
Mientras Esdras oraba, llorando y postrado ante el templo de Dios, se congregó en torno a él un concurso muy numeroso de israelitas: hombres, mujeres y ni os. El pueblo lloraba muy copiosamente.
Lleva en todo tiempo blancas vestiduras, y no falte el perfume en tu cabeza.
más suave el olor de tus perfumes, tu nombre como bálsamo fragante. Y de ti se enamoran las doncellas.
Fuiste a Mélec con ungüentos, prodigaste tus perfumes; enviaste tus legados a lo lejos, allá abajo hasta el seol.
para alegrar a los enlutados de Sión; para darles corona en vez de ceniza, óleo de alegr a en vez de luto, canto de alabanza en vez de apocamiento. Se les llamará terebintos de justicia, plantación de Yahveh para gloria suya.
Vienen con llanto y los gu o con alivio; los llevo a torrentes de agua, por camino recto, donde no tropiecen, porque soy para Israel un padre y Efra n es mi primogénito'.
Por eso, ahora mismo - oráculo de Yahveh - convert os a m de todo corazón con ayunos, llantos y lamentos;
'Pero sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un esp ritu de gracia y de oración, y mirarán a aquel a quien ellos mismos traspasaron. Harán duelo por él como se hace duelo por el hijo único y llorarán amargamente por él como se llora amargamente por el primogénito.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Y en esto, una mujer pecadora que hab a en la ciudad, al saber que él estaba comiendo en la casa del fariseo, llevó consigo un frasco de alabastro lleno de perfume,
Viendo esto el fariseo que lo hab a invitado, se dec a para s: 'Si éste fuera [el] profeta, sabr a quién y qué clase de mujer es ésta que le está tocando: ¡es una pecadora!'.
Mar a era la que ungió al Se or con perfume y le enjugó los pies con sus cabellos. Lázaro, el que hab a ca do enfermo, era su hermano.
Reconoced vuestra miseria; lamentaos y llorad. Que vuestra risa se convierta en lamento, y vuestra alegr a en tristeza.