Cuando haya hambre en el pa s, cuando haya peste, tizón, a ublo, langosta o pulgón; cuando el enemigo los asedie en alguna de sus ciudades, y en todo género de plagas y de enfermedades,
Lucas 7:21 - Biblia Castilian 2003 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de esp ritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Biblia Nueva Traducción Viviente En ese preciso momento Jesús sanó a muchas personas de enfermedades, dolencias, y expulsó espíritus malignos y le devolvió la vista a muchos ciegos. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese momento Jesús curó a varias personas afligidas de enfermedades, de achaques y de espíritus malignos y devolvió la vista a algunos ciegos. La Biblia Textual 3a Edicion Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias, y de espíritus malignos, y concedió la vista° a muchos ciegos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista. |
Cuando haya hambre en el pa s, cuando haya peste, tizón, a ublo, langosta o pulgón; cuando el enemigo los asedie en alguna de sus ciudades, y en todo género de plagas y de enfermedades,
Pero si, al entrar, el sacerdote ve que la mancha no se ha extendido por la casa después de haberla encalado de nuevo, la declarará pura, pues la lepra se ha curado.
Recorr a toda Galilea, ense ando en las sinagogas, predicando el evangelio del reino y curando en el pueblo toda enfermedad y toda dolencia.
Su fama se extendió por toda Siria. Le tra an a todos los que se sent an mal, aquejados de diversas enfermedades y dolores: endemoniados, epilépticos y paral ticos; y él los curaba.
porque, como curaba a tantos, todos los que ten an alguna enfermedad se le echaban encima para tocarlo.
Al instante aquella fuente de sangre se le secó y notó en s misma que estaba curada de su enfermedad.
Pero él le dijo: 'Hija m a, tu fe te ha salvado; vete en paz, y queda ya curada de tu enfermedad'.
Llegándose a él aquellos hombres, le dijeron: 'Juan el Bautista nos ha enviado a ti para preguntarte: '¿Eres tú el que tiene que venir, o hemos de esperar a otro?''.
Porque el Se or reprende a quien él ama, y castiga a todos los hijos que adopta.