Pero el rey le dijo: '¿Para qué tantas palabras? Determino que tú y Sibá os repartáis el campo'.
Lucas 6:29 - Biblia Castilian 2003 Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas llevarse también la túnica. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa. Biblia Católica (Latinoamericana) Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. La Biblia Textual 3a Edicion Al que te hiere en la mejilla, preséntale también la otra, y al que te quita el manto, no le impidas tomar° también la túnica. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas llevarse también la túnica. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al que te hiera en una mejilla, dale también la otra; y al que te quite la capa, no le impidas llevar aun la túnica. |
Pero el rey le dijo: '¿Para qué tantas palabras? Determino que tú y Sibá os repartáis el campo'.
Entonces Sedec as, hijo de Quenaaná, se acercó, le dio a Miqueas una bofetada en la mejilla y le dijo: '¿Por dónde se ha retirado de m el esp ritu de Yahveh para hablarte a ti?'.
Mi espalda ofrec a quienes me azotaban, mis mejillas a quienes me mesaban la barba, no hurté mi rostro a las afrentas ni a los salivazos.
Pero tú, Belén, Efratá, aunque eres peque a entre los clanes de Judá, de ti me ha de salir el que ha de dominar en Israel. Sus or genes vienen de anta o, de tiempos lejanos.
Entonces le escupieron a la cara y le asestaron pu etazos; otros le daban bofetadas
Le tapaban la cara y le preguntaban: 'Haz de profeta: ¿quién es el que te ha pegado?'.
Dale a todo el que te pida; y no reclames nada de quien intenta quitarte lo tuyo.
Al decir esto Jesús, uno de los guardias que all hab a le dio una bofetada, diciéndole: '¿As respondes al sumo sacerdote?'.
Pero el sumo sacerdote Anan as ordenó a los que estaban junto a él que le pegaran en la boca.
Hasta el momento presente pasamos hambre y sed y desnudez, recibimos bofetadas y andamos errantes sin hogar.
De entrada, ya es un menoscabo para vosotros que tengáis pleitos en vuestra comunidad. ¿No ser a mejor sufrir la injusticia? ¿No ser a mejor que os dejarais despojar?
Porque toleráis que os tiranicen, os devoren, os exploten, os traten con altivez, os abofeteen.
Porque, realmente, compartisteis los sufrimientos de los presos y aceptasteis con gozo el despojo de vuestros bienes, conscientes de poseer un patrimonio mejor y duradero.