Como la plata del crisol y el oro del horno, as el hombre depende de su fama.
Lucas 6:26 - Biblia Castilian 2003 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! Porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas. Biblia Nueva Traducción Viviente Qué aflicción les espera a ustedes, los que son elogiados por las multitudes, porque sus antepasados también elogiaron a falsos profetas. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Pobres de ustedes, cuando todos hablen bien de ustedes, porque de esa misma manera trataron a los falsos profetas en tiempos de sus antepasados! La Biblia Textual 3a Edicion ¡Ay, cuando todos los hombres digan bien de vosotros, porque así hacían sus padres a los falsos profetas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! Porque de la misma manera trataban sus padres a los falsos profetas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablaren bien de vosotros! Porque así hacían sus padres a los falsos profetas. |
Como la plata del crisol y el oro del horno, as el hombre depende de su fama.
que dicen a los videntes: 'No veáis', y a los profetas: 'No nos profeticéis verdades, decidnos cosas halagüe as profetizad ilusiones;
los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo as lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?
Si un hombre corriera tras el viento y dijera mentiras como ésta: 'Yo te haré profec as a cambio de vino y licores', ése ser a el profeta digno de este pueblo.
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
¡Ay de vosotros, los que ahora estáis repletos, porque tendréis hambre! ¡Ay de los que ahora re s, porque gemiréis y lloraréis!
Si fuerais del mundo, el mundo amar a lo que es suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo os he elegido y sacado del mundo, por eso el mundo os odia.
A vosotros no os puede odiar el mundo; pero a m me odia, porque el testimonio que doy contra él es de que sus obras son malas.
Esos tales no sirven a Cristo, Se or nuestro, sino a sus propios bajos apetitos y, con su modo de hablar lisonjero y adulador, seducen el corazón de los sencillos.
Almas adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemiga de Dios? El que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.